La directora general de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA), Nathalie Moll, reconoció en una entrevista que los laboratorios sobreestimaron su capacidad de producción de las vacunas contra la covid-19, pero descartó que liberalizar las patentes sea la solución.

"Las predicciones durante la Covid-19 son imposibles y normalmente han estado equivocadas. (...) Aprendemos sobre la marcha y en este sentido, las predicciones sobre las vacunas que se iban a producir también eran ligeramente erróneas, porque son producciones biológicas a una escala que nunca se ha hecho antes", comentó Moll, sobre los retrasos en la distribución anunciados por las farmacéuticas.

La federación que dirige engloba a las principales empresas del sector, entre ellas la anglo-sueca AstraZeneca y la estadounidense Pfizer, dos de las tres farmacéuticas -junto a Moderna (EE.UU)- que han obtenido hasta ahora la autorización para comercializar sus vacunas en la Unión Europea (UE).

Una vez descubierta la vacuna, "ahora se trata de acelerar y dijimos que haríamos todo lo posible para garantizar la producción hasta donde fuera necesario. Esto son 10.000 millones de dosis, es una cantidad enorme porque normalmente, durante una temporada de gripe necesitas 1.500 millones de dosis", dijo.

Según su relato, las proyecciones que ha hecho la industria en base a la producción habitual no han acertado por completo.

No obstante, Moll aseguró que en la UE "estamos en forma" para fabricar el fármaco, porque "Europa, tradicionalmente, produce el 75 % de las vacunas de todo el mundo", pero ahora "estamos acelerando por diez la producción".

"Es poco realista (pensar) que tres empresas puedan distribuir 10.000 millones de dosis", dijo.

Además de las vacunas ya aprobadas, la Comisión Europea (CE) espera poder autorizar pronto la de la farmacéutica Johnson&Johnson, ha firmado acuerdos de compra anticipada con otras dos empresas y ha concluido las negociaciones con dos mas.

PATENTES

Moll se opuso a las voces que se han alzado pidiendo la liberalización de las patentes como solución para aumentar la capacidad de producción de los fármacos.

"La lógica que hay detrás" de este debate "es que produciríamos más", dijo. "Pero en realidad ya lo hacemos, ya estamos concediéndonos entre nosotros licencias para la patentes y asegurándonos de que fabricamos más".

"Ahora mismo, vemos que esta colaboración ya existe", aseguró en referencia a los acuerdos como los que Pfizer-BioNTecha ha firmado con Sanofi y Novartis para fabricar una parte de sus vacunas.

"La propiedad intelectual nunca estuvo pensada de cara a la fabricación. La propiedad intelectual sirve para incentivar la inversión, porque de esta forma los inversores confían en que habrá un retorno en algún momento", argumentó la directora general.

AUTORIZACIÓN PARA EXPORTAR

Uno de los "obstáculos" que según Moll puede afectar a la rapidez en la distribución de las vacunas es la autorización previa que los países de la UE deben dar a las farmacéuticas antes de poder exportar sus fármacos, según el mecanismo ideado por la CE para garantizar que los Veintisiete reciben todas las dosis contratadas.

"No hay un sólo país europeo que produzca su propia vacuna sin importar o moviendo elementos por el mundo. (...) Si eres un fabricante de vacunas y cada vez tienes que recibir una autorización a las exportaciones para cada tipo de componente que necesitas, te crea limitaciones", lamentó.

"Siempre hemos trabajado en cadenas de suministro globales", explicó y pidió a los dirigentes europeos que recuerden como al principio de la pandemia, cuando los países europeos decidieron cerrar las fronteras por primera vez, "dedicamos semanas a levantar las restricciones".

RELOCALIZACIÓN DE EMPRESAS

Moll también se opuso a la idea lanzada por el Ejecutivo comunitario de que la UE debe relocalizar a las empresas para asegurarse el suministro en un futuro, tras lo vivido durante la pandemia, en la que todo el planeta compite por los mismos productos.

Un ejemplo muy repetido en Bruselas para defender este argumento es que en la UE no se produce ni un solo gramo de paracetamol.

"Para nosotros no es una prioridad. Para nosotros la prioridad es garantizar un ambiente que favorezca la investigación en Europa", dijo.

LECCIONES DE LA PANDEMIA

Para la directora general de la EFPIA, "la lección que podemos aprender es que Europa carecía de la estructura que existía en Estados Unidos para facilitar la investigación y el desarrollo y la fabricación en caso de una amenaza biológica", anotó, en alusión a la estrategia de biodefensa que tiene Estados Unidos y que ahora trata de emular la Comisión Europea, para prepararse ante riesgos como futuras pandemias.

La presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen, abordó la cuestión el pasado domingo en una reunión con los consejeros delegados de las farmacéuticas con las que ha firmado acuerdos para adquirir sus vacunas.

"La UE fue muy rápida a la hora de darse cuenta" de que necesitaba una estrategia similar, celebró Moll.