- El Gobierno aseguró ayer que el calendario vacunal está garantizado en España a pesar de la suspensión temporal de la administración de la vacuna de AstraZeneca durante 15 días decretada ayer a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) haga públicos los informes sobre los casos sospechosos de trombos. El Ministerio de Sanidad, por el momento, ha trasladado a los colectivos médicos un documento en el que detalla los "síntomas de alarma" que pueden hacer sospechar de un caso de trombosis de senos venosos cerebrales en relación con la vacunación de AstraZeneca.

Con vistas a acelerar la campaña de vacunación antes del verano, ayer la Comisión Europea llegó a un acuerdo con el laboratorio Biontech-Pfizer para que adelanten al segundo trimestre la entrega de diez millones de dosis de su vacuna, inicialmente previstas para el tercer y cuarto trimestre de 2021, después de que AstraZeneca anunciara que entregará un tercio del compromiso original de 90 millones pactado con Bruselas.

Desde el Ejecutivo español, la ministra portavoz, María Jesús Montero, lanzó un mensaje de "absoluta tranquilidad" y aseguró que la paralización de la inmunización con dosis de AstraZeneza durante 15 días es una medida cautelar y que no va a "producir ninguna alteración del calendario vacunal".

El Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento (PRAC) informará mañana de los resultados de su investigación sobre si AstraZeneca, la vacuna desarrollada en conjunto por el laboratorio de Cambridge que le da nombre y la Universidad de Oxford, tiene un vínculo causal con la treintena de casos de trombos y embolias reportados.

La EMA analizó que "si se vacuna a millones de personas, tiene sentido que se presenten casos incidentales y se destaquen". "Depende de nosotros investigar si esto está realmente relacionado con la vacuna o si hay otras causas", aseveró la directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke.

Mientras el PRAC determina si hay o no una relación causal con el preparado de la Universidad de Oxford, España ha optado por paralizar durante 15 días la inmunización con esta vacuna, que de momento se estaba inyectando a trabajadores esenciales de entre 18 y 55 años y se reservaba también para el grupo de población general de entre 45 y 55 años.

Pese a ello, en el Gobierno, según su portavoz, no contemplan que "se vaya a producir ningún tipo de alteración en el calendario vacunal" previsto, si bien ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, supeditó el desarrollo de la campaña a la decisión del PRAC, según dibuje "un escenario u otro".

A la espera de la decisión científica, Montero rechazó hablar de la "sustitución definitiva" de este medicamento: "Todo eso podría ser prematuro y podría ser incluso injusto con la industria farmacéutica que ha estado trabajando todo este tiempo para que podamos tener esa tecnología".

Del pronunciamiento del PRAC también va a depender que proceda o no a la administración de la segunda dosis, cuya pauta marca un intervalo de 10 y 12 semanas. Hasta ahora esta vacuna se ha administrado a casi un millón de personas en España. La suspensión durante 15 días supondrá para España mantener en las neveras 724.839 dosis, lo que previsiblemente retrasará la campaña vacunal para cerca de medio millón de personas, a la espera de que lleguen más remesas de otros laboratorios.

El número de dosis administradas hasta ayer de las distintas vacunas contra la covid-19 asciende a 5.742.218, el 83% de las repartidas a las comunidades, tras inocularse 97.323 sueros en las últimas 24 horas, según datos del Ministerio de Sanidad. El número de inmunizados, por haber recibido la pauta completa de Pfizer-Biontech o Moderna es de 1.728.537 personas, algo más del 3,6% de la población.