Desde la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) se muestran "satisfechos" por la inclusión de los colectivos de pacientes trasplantados o que estén en tratamiento de hemodiálisis, priorizando así los criterios de vulnerabilidad sobre la edad, algo que esta entidad venía reclamando desde el inicio del plan de vacunación, por lo que "aplauden" la decisión.

"Entendíamos que los mayores tienen que vacunarse, pero el riesgo no solo está en la edad, sino también en las patologías. La edad solo no es el factor más crítico. Si empezábamos a bajar la edad iban a vacunar antes a una persona de 60 años que una de 40 con diálisis", explica Manuel Arellano, presidente de Cocemfe en Navarra y también máximo representante de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (ALCER), exponiendo con datos el riesgo que tienen estos pacientes ante un contagio.

"El 60% de las personas con una enfermedad renal en España se ha contagiado en diálisis, y de ellas fallecen en torno a un 20%. Con todo, un paciente con enfermedad renal tiene un riesgo de contagio 4 veces superior que el del resto de personas", cuantifica. La duración del tratamiento hace que estos pacientes acudan unas 3 veces a la semana a un centro sanitario, durante unas 4 o 5 horas cada sesión. "Minimizar el riesgo de contagio no es sencillo. Son muchas horas, compartes ambulancia con otras personas, se hace en un ámbito cerrado... todo incrementa la exposición", desembrolla Arellano.

Por ello, reitera que están "contentos" de una vacunación que se hará con las dosis de Pfizer y Moderna, algo que también valoran porque aunque son igual de seguras que la de AstraZeneca, "son más eficaces", en torno a un 95%.

No obstante, Arellano espera que la inclusión en la vacunación de estos pacientes sea "punta de lanza" para que otras patologías sean valoradas e incluidas en el plan en el grupo de pacientes con condiciones de riesgo, como "padres de los niños con problemas, esclerosis múltiple, diabetes, personas con discapacidad, dependencia...".

Este último grupo ya ha sido vacunado, pero solo en el caso de "grandes dependientes", algo que no engloba a todos. "Hay mucha gente a la espera de valoración, y eso provoca mucha ansiedad porque hay gente en valoración y no sabe cuándo le van a vacunar. Todavía queda gente fuera y hay que ampliar esos grupos", reclama Arellano.

Asimismo, y a la espera de que se concrete la forma de administración, espera que la vacunación se haga "en los mismos centros donde acude el paciente a su tratamiento", porque los profesionales sanitarios "ya los conocen" y, además de la confianza, está el factor de conocer su historial ante una posible reacción adversa.