a tendencia a rechazar lo que no comprendemos nos limita y se hace especialmente problemático cuando las señaladas son las personas que se salen de la normativa y sus derechos se ven vulnerados, siendo la única solución a esta pandemia de odio la educación y la información. Todos somos diversos, estemos o no dentro de los estándares preestablecidos por la sociedad. Una realidad que el alumnado de 3º de ESO del IES Sarriguren tiene muy presente gracias a una educación en igualdad y con perspectiva de género que proponen desde el centro educativo gracias a un formato alternativo basado en distintos programas. Así, temas como la memoria histórica, el cuidado del medio ambiente y la diversidad han sido tratados de forma transversal desde todas las asignaturas del curso y han confluido en una semana donde los estudiantes de este centro tuvieron la oportunidad de demostrar los conocimientos adquiridos al respecto.

Por medio de conferencias, vídeos, talleres, mesas redondas y testimonios en primera persona, entre otras actividades, los proyectos conciencian a los estudiantes de secundaria y hacen más real su aprendizaje. Unos de los protagonistas de la semana de la diversidad fueron Itxaso Torregrosa, sexóloga de Kattalingune -servicio público de información y atención LGTBI+ del Gobierno de Navarra- y David, padre de un niño transexual, que fueron los encargados de tratar la diversidad sexual desde la perspectiva profesional y también personal.

Tras explicar a qué hacen referencia las siglas LGTBI+ -gay, lesbiana, transexual, bisexual, intersexual, más el plus que representa todas las formas de ser sentir, desear y expresarse-, Itxaso comenzó la charla preguntando al alumnado "¿qué nos define para ser hombre o mujer? ¿lo que marcan los genitales o la cabeza?", a lo que los chavales no dudaron en apuntar a la segunda opción "porque no todos nacemos con los genitales correctos, y tener vulva o pene no define quienes somos". Este es el caso del hijo de David.

"Mi hijo es un niño más"

"El ginecólogo nos dijo que íbamos a tener una niña y en el 99% de los casos habría acertado, pero esta vez no lo hizo". David, padre de dos niños de 11 y 8 años, abrió las puertas de su corazón y la de su familia sin ningún tapujo y contó ante una treintena de estudiantes del IES Sarriguren que su primer hijo nació "sano y con vulva", aunque, ya con cuatro años de vida, el padre y la madre de la criatura se dieron cuenta de que "algo pasaba" con su hijo, algo a lo que no supieron ponerle nombre hasta que este cumplió los 7 años. "Entonces entendimos que a nadie se le puede obligar a ser lo que no es. Mi hijo no necesitaba que le dijéramos que ser chica era genial, sino que lo viéramos tal y como es, un niño más, algo que necesitaba desesperadamente para sentirse libre y pleno aún siendo tan pequeño", contó.

A muy temprana edad, su hijo, que ahora tiene 11 años, solo jugaba con juguetes "normativos de chico", no quería ponerse falda y comenzó a jugar en un equipo de fútbol, "pero eso no quiere decir nada, solo definía sus gustos, no quien es él". Desde el colegio, cuando este tan solo iba a primero de Infantil, pensaron que simplemente podía estar adoptando juegos de rol, algo que no dejaba de ser un juego. En un principio, sus padres, "sin tener ningún conocimiento acerca de la transexualidad ni del colectivo LGTBI+", llegaron a pensar que su hija podría ser lesbiana o que "simplemente tenía un rol masculino y que hacía lo que le daba la gana". Pero no era eso.

"Venía de clase triste porque los 'juegos de niñas' no le gustaban y porque los niños no le dejaban jugar con ellos porque decían que les copiaba. También nos hacia preguntas como qué podía hacer para que no le salieran pechos. Nos negábamos a aceptar lo que le estaba pasando porque no teníamos los recursos necesarios para comprenderlo. Intentamos hacerle un corte de pelo corto, pero de niña, y tratábamos que su ropa fuera unisex para que se sintiera mejor, pero a él no le valía, decía que le hacia "parecer una chica", continuó.

Al final, David y su mujer se dieron cuenta de que "solo se ve el dibujo completo si miras desde la perspectiva correcta. Nos fuimos de vacaciones fuera de Navarra donde todo fuera nuevo y nadie nos conociera, y empezamos a dirigirnos a nuestro hijo como un niño, algo que a él le hizo feliz, nos dimos cuenta de que era lo que necesitaba". En solo un mes hicieron el tránsito también en el colegio y fue entonces cuando "se sintió realmente liberado, fue el día más feliz de su vida", contó David con la voz entrecortada visiblemente emocionado.

"Mi hijo necesita lo mismo que todos los niños: una familia que le quiera, un entorno seguro en el colegio, y un grupo de amigos que lo apoye. Es un niño mas". Por ello, David puso de manifiesto la falta de educación que todavía existe respecto al colectivo LGTBI+ y agradeció que centros como el IES Sarriguren incluyan estas formaciones dentro de su plan de estudios. Asimismo, también demando más facilidades para acceder al tratamiento de cambio de sexo y a trámites aparentemente sencillos como el cambio de nombre, que en el caso de su hijo les llevó más de un año.

Por su parte, Itxaso subrayó que el colectivo LGTBI+ "no es nada nuevo, siempre ha existido, pero ahora hay más libertad para expresarlo". Sin embargo todavía hay camino que recorrer para conseguir la plenitud de derechos y el respeto por parte de toda la sociedad hacia lo que consideramos diferente".

¿Qué es Kattalingune? Kattalingune es el Servicio público de información y atención LGTBI+ del Gobierno de Navarra, atendido por personal especializado en sexología y género. Presta servicio de forma gratuita a toda Navarra desde sus sedes de Pamplona, Tudela, Irurtzun y Lakuntza. Así, ofrece los siguientes servicios: información, atención y orientación en el ámbito LGTBI+; asesoría sexológica; asesoría jurídica; acompañamiento a colectivos y proyectos LGTBI+; y Presentaciones del Servicio en Navarra.

85%

Más de ocho de cada diez personas transexuales del Estado español no tienen trabajo. Actualmente, los estudios están coincidiendo en el dato de que hay una persona transexual por cada 1.000 aproximadamente. Y esto cuando todavía hay muchas personas transexuales que viven ocultas.

"El colectivo LGTBI+ siempre ha existido, pero ahora hay más libertad para expresarlo"

Sexóloga de Kattalingune

"Mi hijo necesita lo mismo que todos los niños: una familia que le quiera y un entorno seguro"

Padre de un niño transexual