unque ha tenido que ser a través de una pantalla y no cara a cara como a todos les hubiese gustado, un grupo de estudiantes navarros ha participado en un encuentro intergeneracional con familiares de asesinados tras el golpe de 1936. El objetivo, conocer de cerca, y de la mano de quienes de alguna manera se convirtieron en protagonistas de la historia, lo que aconteció tras el alzamiento fascista y los horrores y vejaciones que tuvieron que soportar sus seres queridos.

Alumnos de 1º de Bachillerato del IES Tierra Estella, IES Marqués de Villena de Marcilla, Alaitz BHI de Barañáin, Askatasuna BHI de Burlada, e IES Navarro Villoslada y Mendillorri BHI de Pamplona han trabajado e indagado estas semanas sobre este tema para, después, trasladarle sus preguntas e inquietudes a quienes tocó de cerca aquella masacre; Conchita Salinas, que contestó desde Pamplona, y Julio Sesma, Amelia Resano y Josefina Campos, que hicieron lo propio desde el Parque de la Memoria de Sartaguda.

Desde Mendillorri también intervino Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas, que en una breve entrevista a cargo de Mikel Donázar aseguró que hay que seguir haciendo "un esfuerzo por visibilizar la memoria", sobre todo entre los jóvenes, y agradeció la predisposición de los ponentes; "sois un verdadero ejemplo para la sociedad de personas resistentes y resilientes, vecinos dispuestos a transmitir estos valores y a aportar sus testimonios", insistió.

Los jóvenes, que intervinieron desde sus respectivas aulas, mostraron interés por el tema de las mujeres y de los hijos a los que tuvieron de cuidar, por las exhumaciones, por el hecho de ir a la escuela o estar en el pueblo con gente del bando contrario, o por la evolución en materia de difusión y legislación.

Amelia Resano, nieta del asesinado Eloy Resano y siempre volcada con la causa, les contó a los jóvenes que a por su abuelo fueron siete personas; cinco de sus vecinos y dos Guardias Civiles. "En casa nunca nos inculcaron rencor a pesar de saber quiénes eran los asesinos de sus padres o abuelos. Fueron tiempos muy duros. Para poder perdonar, primero te tienen que pedir perdón, y hasta ahora no lo ha hecho nadie salvo una persona. Así que ni olvido ni perdón".

En este sentido, aseguró que es importante apostar por este tipo de encuentros, e incluso con estudiantes más jóvenes, porque "ya desde antes empiezan a hacer preguntas y se les puede contar. Es necesario que se sepa todo".

Además, y tras responder que sí se sienten reconocidos y apoyados por el Gobierno de Navarra aunque no tanto por el Gobierno central, a los estudiantes les trasladó un mensaje: "informaos de todo, escuchadnos y no olvidéis lo que os decimos para que algo así no se vuelva a repetir". El mismo mensaje quiso dejar Conchita que, para cerrar su intervención, alegó: "aprended mucho para que no se vuelva a repetir algo semejante".

Precisamente Conchita alabó el papel de las mujeres que subsistieron "porque supieron salir adelante, más aún cuando parecía que si no había un hombre en la casa no iba a ser posible y tuvieron, sufriendo lo indecible, ese arrojo. Mi máxima admiración hacia todas ellas".

Y en esta misma línea se pronunció Julio Sesma, hijo del fusilado Andrés Sesma y que siempre recuerda que el hecho de que recuperar y poder enterrar los restos de su padre fue el mayor obsequio que le dio a su madre.

Tras muchos años de tabú, explica, es importante que todo salga a la luz. "Mi madre, por ejemplo, hablaba pero no profundizaba en la cuestión y siempre he pensado que era por protegernos a los hijos porque aquel horror que vivieron fue tan fuerte que estas mujeres estabas atemorizadas. Si la guerra fue mala, la posguerra también se las trajo, tuvimos muchas dificultades, muchas necesidades y no gozamos de esa libertad".

Por último, Josefina Campos, peraltesa y presidenta de la asociación Mujeres con Memoria, cree que participar en estos actos "es una gran responsabilidad. A todos nos mueve ese cariño hacia los nuestros y el deseo de que todos sepan lo que ocurrió para que no vuelva a pasar y cómo eran esas personas a las que asesinaron. Que sepan qué paso y que haya una libertad auténtica para todos".

Este ha sido el segundo encuentro dentro del programa que arrancó en 2019, año en el que más de 350 estudiantes acudieron a Sartaguda, a ese emblemático lugar de memoria de Navarra. Para la edición de 2020 estaba previsto que participaran cerca de 1.000 jóvenes, pero no pudo llevarse a cabo por la situación de confinamiento que había.

"Era un tema tabú. Mi madre hablaba pero sin profundizar, creo que para protegernos a sus hijos del horror"

Hijo de fusilado en 1936