La dirección del centro penitenciario de Pamplona publicó una orden de obligado cumplimiento el pasado 27 de abril, trasladando a la práctica de la prisión navarra el nuevo protocolo aprobado por Instituciones Penitenciarias en los centros de inserción social de todo el Estado, por la que se permite que los 31 reclusos en situación de semilibertad (que duermen en el CIS al encontrarse en tercer grado y salen durante el día fuera de prisión) dispongan durante su estancia en las celdas de teléfonos móviles, tablets, ebooks y ordenadores para su uso personal, además de dinero en metálico, objetos de higiene, mecheros, bolígrafos o llaves, hasta ahora prohibidos.

La medida solo afecta a aquellos reclusos en tercer grado y que por lo tanto ya llevan una vida en semilibertad. Hasta ahora, dichos internos tenían que depositar estos aparatos en el acceso al CIS y los recogían a su salida. Siguen, por tanto, prohibidos los móviles dentro del régimen ordinario de prisión.

LEA TAMBIÉN Los funcionarios afirman que no hay seguridad para permitir el uso de nuevas tecnologías en la cárcel

El Ministerio del Interior justifica el paso dado adelante en que se debía actualizar dicho protocolo en el régimen abierto encaminado a una ejecución penitenciaria hacia la inserción social. Así reconoce el uso generalizado de las nuevas tecnologías que permite afirmar la existencia de una sociedad de la información que el ámbito del medio abierto ha de tener presente a efectos laborales, formativos y de comunicación. “La mayoría de ciudadanos -más intensamente los jóvenes- considera que las herramientas tecnológicas resultan cada vez má imprecindibles en la vida cotidiana. Además, el régimen abierto resulta adecuado para favorecer la relación electrónica de los usuarios con la Administración, derecho de los ciudadanos que no podrán ejercer si no se permiten las herramientas adecuadas para ello”, reza la instrucción de Instituciones Penitenciarias.

El uso de los dispositivos móviles en el CIS del centro penitenciario pamplonés queda regulado por una serie de requisitos y dichos aparatos podrían ser retirados en caso de un uso inadecuado... Los reclusos deben firmar un documento en el que se autoriza a los funcionarios que se lo requieran a acceder al contenido del móvil y equipos informáticos, así como a su historial de consultas en internet, para comprobar que la utilización es correcta. Igualmente, se les advierte de que está prohibido grabar o fotografias a otros internos, a los propios funcionarios o las instalaciones En caso de que se acredite un mal uso por parte del interno, se le retirará provisionalmente el dispositivo y se le podría revocar la autorización para disponer de él de forma definitiva.

Asimismo, el recluso tampoco podrá utilizar estos dispositivos en todo mo-mento. Como criterio general, no procederá su uso durante la participación en actividades y cursos formativos, en las entrevistas o terapias individuales con los profesionales del CIS, durante los actos colectivos y regimentales, como los recuentos, en los que se deba atender las indicaciones del personal penitenciario y durante la salida y entrada al centro.