Las localidades de Olave, a escasos 11 kilómetros del centro de Pamplona, y de Muez, población que se encuentra junto al embalse de Alloz, tienen la distinción de ser los primeros pueblos de Navarra en disfrutar de la inmunidad de rebaño, al sobrepasar el 70% de su población vacunada.

En concreto, según los datos que les ha trasladado Salud, en la primera hay 113 de los 140 vecinos que componen el padrón municipal ya han sido inmunizados. ¿La receta? Contar con los datos el Centro Mentalia, cuya práctica totalidad de los residentes están empadronados en la localidad, lo que ha 'engordado' las cifras. En la localidad de Tierra Estella, 12 de los 17 vecinos han recibido las dosis por criterio de edad, ya que el más joven tiene 40 años y estará a las puertas de ser citado por el Servicio Navarro de Salud.

"Tenemos un 76% de inmunidad", presume Carmen Lizoáin, alcaldesa de Oláibar y responsable junto a su hermano Javier del mesón Olave. Carmen, que se ha enterado a raíz de los medios de la noticia, cuenta que la mayoría del número de inmunizados se debe al centro, porque "no somos un pueblo excesivamente mayor". De hecho, ella ni siquiera ha recibido dosis alguna, aunque ya tiene cita para ello. "Hay edades salpicadas. Dos personas muy mayores, otros de 70, 40 y tantos, algunos niños... así que el pueblo en sí tampoco está del todo vacunado", puntualiza.

Estos 15 meses de pandemia en Olave se ha vivido con tranquilidad. "Aquí el panadero y el cartero van puerta por puerta, y para juntarnos tenemos que esforzarnos. No hemos hecho nada diferente de lo que hacemos habitualmente; aunque si antes te metías hasta la cocina en la casa de la vecina, que tiene 80 años, ahora lo hacías desde la ventana", relata. Por ello, Carmen no espera un gran cambio al alcanzar esta importante cifra. "Ahora de cara a verano, podremos bajar a las huertas y tener una mayor convivencia, pero no nos hemos dado mucha cuenta de la pandemia. Yo sí, por las restricciones en la hostelería, pero sobre todo te das cuenta por la tele y cuando bajas a Pamplona a hacer la compra", afirma.

Sin embargo, las medidas para contener la expansión del virus les afectaba al igual que al resto de la población, a pesar de que su entorno "es mucho más abierto". "Sobre todo me daba pena por los niños que hay, que son hermanos y no podían jugar en el parque, cuando estaban solo ellos...", relata.

Un centro "adelantado"

El gran porcentaje de inmunidad de Olave se debe al centro Mentalia, que cuenta con un máximo de 88 plazas para personas en tratamiento de salud mental y otras 32 para pacientes psicogeriátricos.

Al igual que sus vecinos, la pandemia ha resultado relativamente tranquila para ellos, especialmente en una primera ola que supieron esquivar "adelantándose a las medidas", por lo que no sufrieron ningún caso. "Fuimos muy preventivos, y antes del confinamiento ya habíamos dejado de tener visitas. Nos adelantamos y unos días antes de lo obligado ya habíamos dejado de tener visitas de las familias, les habíamos pedido que no vinieran y habíamos restringido las salidas, dejando solo ir al campo", desarrolla Iratxe Ojer, la directora del centro.

En la segunda sí que hubo 11 positivos en el mes de septiembre -casi la mitad de los 25 que ha tenido la localidad en total-, pero afortunadamente ninguno de ellos grave debido en buena parte a la labor de residentes, trabajadores y familias.

"Se han comportado de manera espectacular", destaca Iratxe, que resalta que a pesar de que los usuarios "son personas muy frágiles", "lo han hecho muy bien". El mismo mensaje le traslada a las familias, que "siempre han sido muy comprensivas y se han adaptado a todo lo que hemos demandado, porque ha habido muchos momentos intensos", y al igual con el personal.

Ahora, con la inmunización, las tres partes "están acogiendo muy bien la vuelta a la normalidad", y en el ambiente ya se respira el final de la pandemia con la vuelta de las visitas y las salidas según las indicaciones del departamento de Derechos Sociales. "Poco a poco volvemos a la vida normalizada", celebra la directora, resumiendo la sensación que ya han comenzado a disfrutar en Olave.

Muez, a unos días del 100% de inmunidad

En una semana Muez, en el valle de Guesálaz, podría ser la localidad navarra en que su población residente de 17 habitantes estuvieran vacunados ya que el de menor edad del pueblo cuenta ya con más de 40 y esta semana podría ser vacunado.

"El más joven del pueblo tiene más de cuarenta años y luego estamos otros tres cincuentones que ya nos han puesto la primera vacuna" comenta Anali Gorena, enfermera y secretaria del concejo de Muez. El resto son habitantes de más de sesenta años que ya están inmunizados al igual que la más longeva del pueblo, que cuenta con 94 años. Pero con todo, las cifras en Muez engañan ya que es una localidad en la que hay cerca de 35 empadronados de los cuales solo 17 viven habitualmente en el pueblo y de los que, según las estadísticas, 12 ya están totalmente inmunizados.

"Actualmente solo trabajamos cuatro o cinco, el resto están jubilados, unos salimos fuera y por ejemplo hay un pastor que trabaja en el pueblo" desgrana Anali. Por otra parte, la vida de Muez se dispara en torno a los fines de semana y, sobre todo en verano, donde pueden habitar alrededor de 70 habitantes. Este concejo presidido por Domingo Eraso es uno de los once concejos que se suman alrededor de 450 habitantes del ayuntamiento de Guesálaz, junto con los cuatro lugares habitados de Arzóz, Irujo, Murzqui y Viguria. "Estamos arriba de esta estadística porque en Muez y en la mayoría de estos pueblos no hay niños", finalizó Gorena.