La presidenta de Navarra, María Chivite, la consejera de Salud, Santos Induráin, y la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, han visitado esta mañana el Jardín de la Memoria Irunlarrea, un espacio que busca homenajear a las víctimas de la covid-19, agradecer la labor de sanitarios y profesionales esenciales y reflexionar sobre lo que nos ha enseñado la pandemia. Este espacio floral está ubicado físicamente en la explanada del CHN, frente al edificio de urgencias, pero también tiene su versión digital que sirve, al igual que el jardín, como vía de recuerdo, agradecimiento y reflexión. El objetivo es abrir a la ciudadanía este espacio de homenaje para que pueda participar a través de mensajes o textos personales.

Dentro de la web, cualquier navarro o navarra puede acceder a los tres espacios de manera interactiva y en ellos enviar escritos de agradecimiento a sanitarios, de recuerdo a familiares o amigos fallecidos, o reflexionar sobre cómo ha afectado la pandemia y cómo mirar ahora al futuro.

Por un lado, está el Libro de los Nombres, que serán textos cortos firmados por personas, asociaciones, entidades, etc.; por otro, la Página de las Historias, para que la ciudadanía pueda contar lo que le ha pasado o lo que le está pasando en relación a la pandemia; también hay un Muro de los Aagradecimientos, para enviar mensajes a quienes nos han ayudado durante estos meses; y, por último, el Semillero de las Ideas, donde cualquiera puede aportar iniciativas que se le hayan ocurrido a raíz de la pandemia. Ya hay decenas de navarros y navarras que han enviado sus escritos y se pueden leer ya en la página web.

Los tres espacios del jardín

Mikel Baztan, uno de los diseñadores del Jardín de la Memoria Irunlarrea, explicaba así la disposición de las tres zonas del jardín: "El espacio de lo perdido está orientado hacia Pamplona, donde está el cementerio; el de lo aprendido, hacia el este, por donde sale todos los días el sol, porque el aprendizaje tiene que ser algo vivo; y el de lo agradecido está orientado hacia el edificio de Urgencias del CHN, donde trabajan tantos sanitarios que se han dejado la piel durante la pandemia". Alicia Otaegi, la otra diseñadora de este espacio, describía las tres sillas que conforman el monumento que se encuentra junto al jardín: "Hemos querido simbolizar con la sillas más alta el adiós a las personas que nos han dejado; con la más baja las gracias a las personas que han estado al pié del cañón durante la pandemia; y el continuará, con una silla mediana, a la que hace falta ayuda para subirse y que simboliza lo que todavía nos queda por aprender".

El Jardín de la Memoria Irunlarrea es un espacio ubicado en la explanada del CHN, frente al edificio de Urgencias. Sus creadores, a petición del Gobierno foral, han sido el paisajista Mikel Baztan y la artista Alicia Oteagi que han estructurado el espacio en tres zonas para convertirlo en lugar de recogimiento, reflexión, de comunicación silenciosa y homenaje a las víctimas de la pandemia, para que no se nos olvide una vez que consigamos superarla.

Las tres zonas del jardín se distribuyen en espacios circulares que incluyen una serie de flores y plantas que representan el mensaje que se quiere trasladar en cada uno de ellos. En lo perdido se ha plantado tornasol (representando el amor eterno), romero (como recuerdo) y salvia (con el significado de pienso en ti). En el espacio de lo agradecido crecerán las rosas (simbolizando la salud), espliego (el fervor) y valeriana roja (los mil amores). En lo aprendido habrá tomillo (simbolizando coraje y fuerza), geranio vivaz (como representación de la convivencia armónica) y manzanilla (que simboliza la paciencia).