Los dos colegios que segregan por sexo en Navarra, Miravalles-El Redín e Irabia-Izaga, tendrán educación mixta a partir del próximo curso. La implantación de este modelo educativo, según se les ha comunicado a la comunidad educativa de estos centros, se llevará a cabo de manera progresiva y comenzará el próximo septiembre con el 1º curso de Educación Primaria. Y es que ambos colegios acaban de renovar el concierto de esta etapa, que consta deseis cursos, hasta el curso 2026-27.

El Gobierno foral renovó en marzo los conciertos educativos para la etapa de Educación Primaria con los 46 centros que lo solicitaron, después de entender que todos ellos se han comprometido a cumplir la normativa de la Lomloe, que impide acceder a esta financiación pública si segregan las aulas por sexo. Entre esos colegios están los dos que imparten educación diferenciada, Miravalles-El Redín e Irabia-Izaga. Estos centros son los únicos que separan a su alumnado en distintos edificios a partir de 1º de Primaria hasta 2º de Bachillerato. Tan sólo en Infantil los niños y niñas comparten espacios.

Cumplir la Ley Celaá

En aquel momento, ambos colegios aseguraron que su intención era seguir con su modelo educativo diferenciado. En un comunicado explicaron que cumplirán con el marco normativo actual, la Ley Celaá, “y el que se deriva de las sentencias del Tribunal Constitucional que declaran que la educación diferenciada es un modelo legítimo y no discriminatorio y así se ha hecho constar en la documentación aportada para renovar el convenio". Asimismo, estos colegios aseguraron que "la Lomloe es una ley cuestionada por amplios sectores de la sociedad y, a fecha de hoy, se han presentado varios recursos de inconstitucionalidad".

A lo largo de estos meses, tanto la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, como el consejero de Educación, Carlos Gimeno, aseveraron que estos colegios se habían comprometido a cumplir la ley, es decir, a no segregar al alumnado por sexo, y reiteraron que no tenían por qué no creerles. Asimismo, advirtieron de que el Departamento de Educación, haría inspecciones a comienzos de curso para comprobar si cumplían la normativa de los conciertos.

Esta situación ha llevado a las direcciones de ambos centros a claudicar y empezar su transformación hacia centros mixtos. Y es que si quieren recibir financiación pública deben abandonar su modelo educativo, tal y como establece la Ley Celaá.