A pesar de que el volumen de traducciones e interpretaciones requeridas en los juzgados navarros se mantenga constante a lo largo de los meses, la llegada de los Sanfermines siempre supone un momento cumbre en el que las solicitudes de estos servicios se disparan con motivo de las fiestas y la llegada de miles de turistas extranjeros.

Por otro lado, en 2020 la irrupción de la covid-19 supuso una ligera disminución en el número de servicios respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, el responsable el Centro de Comunicación Internacional (CCI), Jon Arbizu, apunta que, una vez se volviera a la "normalidad" con la caída de las medidas más restrictivas, los delitos, y con ellos el requerimiento de estos servicios, han aumentado.

Con 20 años de experiencia, el CCI cuenta con una larga lista de traductores e intérpretes en un amplio abanico de idiomas. Lista, no obstante, que hay que ir actualizando constantemente, comenta Arbizu, quien detalla que al cabo del año pueden trabajar con más de 60 personas y en unos 25 idiomas. De hecho, el Centro ya ha prestado servicios en más de 50 idiomas diferentes.

Es por ello que rara vez se han encontrado ante una situación en la que no hayan podido conseguir a una persona que manejase el idioma requerido: "Recuerdo que no conseguimos ningún intérprete de somalí. A veces hay que trabajar con idiomas 'puente', como cuando asistimos a un mongol en ruso. Hay países africanos en los que se habla un montón de idiomas que también se utilizan en países vecinos. Indagando se van sacando todos los servicios", asegura Arbizu.

Para los idiomas habituales, estos trabajadores han de ser titulados en traducción e interpretación, filología, o haberse examinado en una escuelas de idiomas. Para un segundo nivel de idiomas, se exige un tiempo de residencia mínimo. Y, para el resto, lo menos habituales, simplemente saber ambos idiomas. Todos ellos son previamente entrevistados por el CCI y, si prestan asistencia en los juzgados, "han de jurar que harán la traducción fielmente".