ometidos a continuos sobresaltos, todos los expertos eran conscientes de que podía haber rebrotes en lugares de especial riesgo, pero pocos anticiparon la llegada de esta quinta ola. La relajación de las medidas, ha sido la clave. El fin del estado de alarma, el cese de obligatoriedad de mascarillas en el exterior, y el verano podían anunciar una combinación letal. Pero las señales de alerta se ignoraron y todos prefirieron fiar la recuperación a los altos índices de vacunación. El macrobrote de coronavirus originado en un viaje de fin de curso a Mallorca -que solo en Navarra dejó a centenares de estudiantes contagiados- fue el detonante. Pero luego vinieron focos en otros muchos destinos turísticos que habían frecuentado los más jóvenes y eso desató una reacción de infecciones en cadena.

“Nos puede venir bien precisamente para no lanzarnos a pensar que esto se ha terminado. Porque no se ha terminado. Es una advertencia: tenemos todavía virus para rato”, reflexiona Alberto Torres, jefe de Medicina Preventiva. Es por ello que las autoridades sanitarias imponen más restricciones porque son conscientes de que a medida que se relajen las medidas habrá “brotes explosivos” de covid-19, incluso cuando la vacuna ya haya llegado a un porcentaje muy elevado de la población.

La OMS lo ha dicho también por activa y por pasiva pero sin éxito. “No estamos fuera de peligro”, advierten. Su director europeo recuerda que, aunque los datos epidemiológicos mejoraron durante el verano de 2020, al llegar el otoño se produjo un “aumento devastador” de los contagios y luego volvió a suceder en Navidad y en primavera. “Hay que aprender de los errores”.

La viróloga e investigadora del CSIC, Margarita del Val, clarifica: “Se ha acabado la tragedia de tantas personas muriendo, pero ahora mismo tenemos mucha gente que puede transmitir el virus silenciosamente porque hay sensación de que vamos más tranquilos, de que vamos a poder volver en parte a la normalidad. Ahora cada vez que detectemos un brote va a ser de muchas personas con una ramificación muy difícil”, afirma.

Para enrarecer más el ambiente, la variante delta ha ensombrecido todas las expectativas y amenaza con hundir las previsiones para el verano. El máximo asesor médico en la lucha contra el covid en Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, hace ya tiempo que declaró que esta variante es la “amenaza más grande para acabar con la pandemia”.