Las fechas en torno a la virgen de la Asunción están marcadas en el calendario de muchísimos pueblos de Navarra. La nueva normalidad incluye las no celebraciones. Todo rarísimo. Igual que pasó con Pamplona y San Fermín, Tudela y Santa Ana, Estella y otros tantos pueblos y municipios de Navarra. La salud manda y a nadie con dos dedos de frente se le escapa que no hay nada que celebrar en mitad de una pandemia mundial. La fiesta es incompatible con la distancia de seguridad.

El portavoz del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, ha realizado un llamamiento a la "responsabilidad" para "evitar que se produzcan escenarios de riesgo" en un fin de semana en el que normalmente estallaría la fiesta en un buen ramillete de localidades, y que han sido suspendidas por la pandemia.El Ejecutivo está pendiente de conocer la decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) sobre la prórroga solicitada por el Ejecutivo para el toque de queda entre la 1 y las 6 horas para los municipios en situación de riesgo extremo por Covid durante el fin de semana, festivos y en las fechas de las fiestas suspendidas.

A preguntas de los periodistas, Remírez ha recordado que este martes el Gobierno foral remitió la nueva orden foral a la Sala y que están a la espera de su decisión, que "seguramente" se conocerá mañana.

Para el portavoz del Ejecutivo foral, el toque de queda en localidades en riesgo extremo es "una medida imprescindible y necesaria", si bien ha remarcado que la "buena evolución" de los datos en cuanto a la incidencia a 14 y 7 días en el conjunto de la Comunidad foral ha reducido los municipios que se verían afectados por la limitación de la movilidad nocturna.

De este modo, ha explicado Remírez, si finalmente el TSJN autoriza una nueva prórroga de la medida "municipios que este fin de semana le hubiesen tocado fiestas patronales no van a tener toque de queda y, por tanto, más que nunca tenemos que hacer un llamamiento a la responsabilidad de la población".

Según ha señalado el consejero, "esta circunstancia ya la están trabajando las fuerza policiales, tanto a nivel de Policía Foral, Guardia Civil, Policía Nacional, como las policías locales" y ha afirmado que "se están haciendo los trabajos oportunos de coordinación".

En todo caso, ha apelado a "la responsabilidad de la población para evitar que se produzcan escenarios de riesgo" y ha recordado que, pese a que no esté en vigor el toque de queda en localidades con menor incidencia de casos, "están prohibidos los botellones en la vía pública y el número máximo en reuniones en exterior es de 10 personas que no sean de la unidad convivencial".

Está claro que la salud es lo primero y que no hay nada que celebrar, pero duele no celebrar las fiestas de tu pueblo o de tu ciudad. Una excusa perfecta para juntarse. Para comer y beber de más, lanzarse ladera abajo en el encierro del Pilón de Falces delante de reses bravas, disfrutar de la ezpatadantza de Leitza o del zikiro-jate, el paraíso terrenal de los amantes del zikiro en la cueva de las brujas que cierra en auzolan las fiestas de Zugarramurdi. Este año no hay comidas populares en frontones, ni gigantes y cabezudos ni días para los niños o para los mayores con sus respectivos homenajes. Ni pañuelos para los nuevos vecinos, ni petardos ni festivales de pelota, zurracapotes, toros de fuego, vacas de cuernos, dianas, ofrendas florales ni misas mayores, danzas tradicionales, plazas con orquesta y verbenas hasta tarde. No hay nada de nada porque no hay fiestas. Qué se le va a hacer.