- La prolongada sequía que azota a la mayor parte de la Comunidad Foral durante el presente año, con una primavera extremadamente seca según los registros meterológicos, se deja sentir ya con notoriedad en la cantidad de agua embalsada en Navarra. La misma se situaba ayer, por las referencias que ofrecía la Confederación Hidrográfica del Ebro, por debajo del 40%. De hecho, el embalse que más se resiente de la sequía es Yesa, que se encuentra al 28% de su capacidad, con imágenes impactantes como la que preside esta página. Tiene 124 hectómetros cúbicos de agua para una capacidad de 447. El embalse que más agua guarda en la actualidad es Itoiz, que está al 45%, con 190 hectómetros cúbicos de los 417 que caben en el mismo. En Alloz hay 35 de los 64 hectómetros cúbicos que es capaz de albergar y en definitiva los embalses suman 377,4 hectómetros cúbicos (la capacidad total de todos es de 976), muy por debajo de los más de 410 que tenían a estas alturas el año pasado y también muy inferior a la media histórica de los últimos diez años.

La situación se veía venir tras un verano prolongado de días sin lluvia y una primavera seca que hizo historia. Las precipitaciones que se anuncian esta semana apenas aliviarán estas cifras y habrá que observar la situación en octubre, cuando los pantanos alcanzan sus mínimos históricos en torno a mediados de mes.

Como queda dicho la meteorología del presente año vaticinaba el cariz que están tomando las cosas. El resumen elaborado por los expertos del Gobierno foral respecto al balance de precipitaciones durante la primavera decía lo siguiente. Dicha estación se caracterizó por resultar extremadamente seca en las comarcas Noroccidental, Pirenaica, Tierra Estella y la mayor parte de la Navarra Media y muy seca en el resto de Navarra. El agua almacenada en los embalses navarros disminuyó entonces desde el 89% de la capacidad al inicio de la estación hasta un 74% al final de ésta. En cuanto a las precipitaciones, esta primavera el carácter dominante ha sido el extremadamente seco, sobre todo en la mitad norte, excluida la Cuenca de Pamplona donde dominó el carácter muy seco. En La Ribera dominó el carácter muy seco, aunque aparecen, de forma aislada, tanto el seco como el extremadamente seco. Las zonas en las que el carácter dominante fue el muy seco han registrado precipitaciones de entorno al 50-60% de los valores medios. En el resto las precipitaciones estuvieron por debajo del 50% de dichos valores.

A falta de que concluya hoy agosto, el balance meteorológico del pasado mes de julio registró escasez de precipitaciones que se reflejó en el agua almacenada en los embalses, con un descenso del 69% de junio al 54% actual. Las precipitaciones estuvieron por debajo de lo habitual, salvo en alguna estación aislada de la zona noroccidental. En la mayoría de las estaciones no se llegó a registrar ni el 50% de los valores medios. Además, son varias las estaciones que no anotaron precipitación, todas ellas en la Ribera Alta y en la Zona Media, pero este hecho ya había sucedido con anterioridad. Por tanto, julio fue normal en la vertiente cantábrica, muy seco o extremadamente seco en la Zona Media y la Ribera Alta, y seco en el resto.