La situación hospitalaria continúa destensándose y el pasado domingo los centros navarros contaban con diez ingresados menos que la semana pasada (70 frente a 80) tras siete días en los que las hospitalizaciones han caído un 33% (24 frente a 36).

Respecto a las UCI, éstas continúan con una ocupación similar respecto a la semana pasada (24 frente a 25). Los puestos de críticos son uno de los valores más complicados de reducir por la larga estancia de los pacientes en estas unidades. De hecho, en un mes siempre han estado cerca o dentro de la veintena y no se ha conseguido bajar de ella, un aspecto importante a la hora de determinar la próxima flexibilización de restricciones.

En cuanto a los fallecimientos, la semana pasada la cifra volvió a registros enmarcados en la normalidad (5) tras un aumento usual hace dos (11).

En cuanto a la evolución epidemiológica, la bajada en el número de casos se ha estancado en torno a los 600 positivos (581 la semana pasada y 612 la anterior) y, aunque ligera, ya se acumulan siete semanas de descenso.