“Confiamos avanzar hacia el 80% de tasa de vacunación, pero más allá será complicado”. Así reconoció ayer Javier Remírez, vicepresidente y portavoz del Gobierno de Navarra, que la Comunidad Foral tendrá difícil llegar a una tasa de vacunación que supere el umbral de la inmunidad de rebaño, establecida en un principio en un 70% pero que con la aparición de nuevas variantes más contagiosas se amplió a porcentajes más cercanos al 90%.

En las cifras comunicadas ayer, el Ministerio de Sanidad cifró la tasa de vacunación con al menos una dosis en un 78,2% de la población total de Navarra -un 89% sobre la ciudadanía mayor de 12 años, que representa en torno a un 12% del total-, un porcentaje que parece estar ya tocando techo viendo la evolución de los últimos días. “Estamos llegando a un umbral, no digo de máximos, pero va a costar avanzar en ese porcentaje”, admitió Remírez.

En concreto, en las dos primeras semanas de septiembre se han adherido a la inmunización 9.300 personas, una cifra muy inferior a las 22.000 que lo hicieron en los quince días anteriores. En total, quedan 64.000 navarros por recibir los sueros, a los que será complejo convencer si no se ha conseguido ya. Ahí entra la “voluntariedad” de cada uno, a la que se está intentando acceder mediante facilidades -como habilitar la vacunación sin cita en Forem- y la intensificación en las repescas, para las que se han realizado hasta 5.000 llamadas al día.

“Estamos teniendo una estrategia proactiva a la búsqueda de personas que pudiéndose haber vacunado aún no se han vacunado”, explicó Remírez, que trató de animar a la población que resta por protegerse recordando que la “inmensa mayoría” de las personas que llegan a ingresar en la UCI no están vacunadas.

Entre esas más de 60.000 personas que faltan por persuadir, parece que hay poco que rascar. Algo más de 20.000 (en torno a un 3,5%) han rechazado las dosis por temor o por simple negativa, mientras que otro grupo de cantidad similar tienen circunstancias personales que hacen que tengan que posponer la cita. Al resto no se les ha podido contactar por diferentes problemas o directamente no han cogido el teléfono, por lo que a pesar de que no han mostrado su rechazo de forma clara, si no se han preocupado todavía por concertar una cita parecen difícilmente recuperables para inmunizarse. Por edades, la franja más recelosa a la vacuna es la de 30 a 39 años, grupo que después de tener disponible la vacunación durante más de dos meses cuenta con un 76,7% de porcentaje con al menos una dosis, cifra más baja que el resto.

Una de las formas indirectas para convencer a la población de vacunarse es la implantación del pasaporte covid para acceder a determinados lugares como conciertos, hostelería o discotecas. Sobre este aspecto, y tras el el aval del Tribunal Supremo a que Galicia lo exija para acceder a bares y restaurantes, Navarra “no descarta nada”, en palabras del vicepresidente Remírez.

“Es una cuestión que se ha ido valorando, a la espera de un estudio más concreto de lo que ha determinado el Supremo respecto a las medidas de Galicia, que se circunscribían a zonas concretas y no de manera generalizada”, desarrolló Remírez, que avanzó qie “con esta luz jurídica, valoraremos si es una medida adecuada y sensata para avanzar en nuevos procesos de flexibilización a futuro”. “No lo descartamos, pero hay que ver un poco la evolución”, resumió.