- El 68% de las enfermeras ha sufrido depresión, ansiedad o estrés postraumático durante la pandemia. Es la preocupante conclusión del proyecto Mental-PRO-Covid, liderado por Cristina García-Vivar, profesora y subdirectora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, y en el que han colaborado el Colegio de Enfermería y el Departamento de Salud. "La salud mental de las enfermeras está muy dañada y necesitan urgentemente mejorar sus condiciones de trabajo porque la pandemia les está llevando a una situación de agotamiento extremo", resume Cristina García-Vivar, que ha recogido la opinión de 5.700 enfermeras navarras para realizar el trabajo.

¿En qué consiste el estudio y por qué era importante hacerlo en este momento?

-Desde que se inició la pandemia, hubo un bombardeo de estudios a nivel nacional e internacional en los que se agrupaba a todo tipo de profesionales de la salud como enfermeras, auxiliares o médicos para conocer el impacto en la salud mental. Sin embargo, vimos que había pocos trabajos cuya muestra estuviera compuesta únicamente por enfermeras y nos pareció necesario. El género mayoritariamente femenino y otros factores les hacían un grupo especial y queríamos analizar su situación en Navarra, teniendo en cuenta a las enfermeras que trabajan en todos los sectores y en todos los ámbitos, tanto públicos como privados. Además, hicimos la recogida de datos entre abril y mayo de 2021 y había muy pocos estudios que se hubieran hecho en este mismo 2021.

Las conclusiones son alarmantes. El 68% presentan depresión, ansiedad y estrés postraumático. ¿Les han sorprendido estas cifras?

-No nos han sorprendido porque la evidencia científica ya lo venía diciendo. Nuestro resultado va en la línea de otros realizados en China y en países europeos como Italia o Francia, pero sí que es cierto que son un poco más elevados. Probablemente se debe a que casi todos los estudios incluyen a todo tipo de profesionales. Estamos viendo que las enfermeras tienen mayor impacto emocional derivado del trabajo durante la pandemia porque tratan más de cerca con los pacientes y sus familias. Algo novedoso es también la comparativa que hemos hecho de los diferentes niveles asistenciales en los que trabajan, viendo que las personas que han estado en unidades covid o en residencias tienen una probabilidad mucho mayor de tener problemas de salud mental como depresión, estrés o insomnio. Estamos aportando nuevos conocimientos incluso a nivel internacional.

¿Cómo se debería cuidar la salud mental de este colectivo?

-Estamos viviendo un estrés mantenido y esta sexta ola llevará a más problemas de salud mental. De hecho, lo hemos visto con otras pandemias como el SARS o el ébola, que los problemas mentales llegan un tiempo después. Es una realidad muy preocupante. Es necesario poner en marcha estrategias inmediatas de acción, de apoyo emocional y psicológico a estos profesionales y a otros muchos. Entran en juego acciones estratégicas políticas y sanitarias. Hay que mejorar los entornos laborales, los ratios enfermera/paciente porque estamos por debajo de la media europea, hay que mantener la estabilidad laboral, y todo esto en medio de una pandemia. Las condiciones previas a la covid ya eran complejas y todo esto se ha acentuado claramente. Hacen falta estrategias coordinadas e intersectoriales para mejorar los niveles de salud de todos los profesionales y, en concreto, de las enfermeras.

¿Hay sobrecarga laboral?

-Sí. Ellas indican que hay una sobrecarga laboral muy importante. Ha habido un cambio de dinámicas durante la pandemia, han tenido que aprender a trabajar de otro modo. En la primera ola, también había problemas con los EPI y con la falta de recursos, lo que ha impactado de forma drástica, sobre todo en residencias, que es uno de los lugares más vulnerables. En nuestro estudio se vio que tanto en residencias como en las unidades covid, las enfermeras tienen mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental. En Atención Primaria en ese momento era menos, pero nos decían que la sobrecarga era muy importante y a día de hoy todavía se ha acentuado más. Hay una sobrecarga que cambia todas las dinámicas de trabajo. Se requiere una nueva adaptación, una resiliencia por parte de las enfermeras para tratar de seguir a pesar de toda la situación. También tengo que decir que, en estas entrevistas, algunas me dijeron que habían cambiado de trabajo y que incluso se habían planteado dejar la profesión. Es algo en lo que queremos indagar porque a nivel internacional se está viendo que hay un abandono de la profesión muy importante. Quizás nuestra siguiente línea de trabajo vaya por allí, para conocer esta situación de posible abandono o de por lo menos llegar a pensar en ello.

¿Cómo cree que puede estar afectando esta sexta ola a la salud mental de las enfermeras?

-Los problemas de salud mental son cuestiones crónicas. A veces tenemos un shock como puede ser esta crisis sanitaria y los problemas de salud mental vienen a posteriori en muchas ocasiones. Si ya teníamos estos datos en abril y mayo, considero que ahora serían mucho peores. Especialmente en la Atención Primaria, que está sufriendo un colapso en esta sexta ola por la falta de recursos humanos. La pandemia se ha mantenido y no ha habido ningún respiro. Las enfermeras con las que hablo me dicen que están exhaustas, física y emocionalmente. Ya no puedo más. Esas son las palabras que escucho reiteradamente. Las profesionales están agotadas. A pesar de esto, también quiero recalcar que siempre ponen una coletilla y dicen que siguen adelante porque es lo que tienen que hacer como enfermeras. Quiero pensar que las cosas van a mejorar, siempre manteniendo ese hilo de esperanza y sobre todo apelando a la necesidad de la responsabilidad social. Las cifras de los últimos días desmoralizan a los sanitarios que están al pie del cañón.

Al principio se aplaudía a los sanitarios en los balcones y ahora parece que nos hemos olvidado de ellos.

-Me llamó mucho la atención de este estudio que las 32 enfermeras entrevistadas dijeran que no querían aplausos. No querían que la gente estuviese en los balcones. Lo único que pedían era que les cuidasen también a ellas como profesionales y que hubiese mayor responsabilidad social. Pero ninguna quiere ese reconocimiento porque dicen que tan solo están haciendo su trabajo. Eso sí, piden que pongamos toda la sociedad de nuestra parte para prevenir nuevos contagios. Eso fue algo muy llamativo. No quieren reconocimiento de lo que hacen como profesionales, pero quieren que les cuiden laboralmente hablando.

¿Es necesario también un mayor apoyo político y económico?

-Creo que es momento de intervenir en estrategias políticas sanitarias. 2020 fue el año de las enfermeras, que se extendió a todo el 2021 por toda la pandemia, y creo que hay que dar un paso al frente y cuidar del cuidador.

Actividad docente. Es profesora de Enfermería y subdirectora del Dto. de Ciencias de la Salud de la UPNA. Anteriormente, ocupó diferentes puestos como profesora de la Universidad de Navarra (2000-2020) y como vicedecana de investigación de la Facultad de Enfermería de la UN.

Actividad investigadora. Fue directora del Observatorio Enfermero del Instituto Español de Investigación en Enfermería de 2016 a 2018 y, desde 2009, es asesora en investigación del Colegio Oficial de Enfermería de Navarra. Sus líneas de investigación son la supervivencia de cáncer, el cuidado dentro en la familia, la convivencia con un proceso crónico complejo, la continuidad de los cuidados y la Atención Primaria de Salud.

Las claves. El proyecto ha constado de una parte cuantitativa -encuesta a 5.700 enfermeras navarras- y otra cualitativa con 32 entrevistas. Las conclusiones más relevantes son que el 68% de las enfermeras forales han sufrido depresión, ansiedad o estrés postraumático durante la pandemia y que un tercio de esos problemas de salud mental son graves.

"La pandemia ha cambiado las dinámicas de trabajo y hay una gran sobrecarga en unidades covid, residencias y Atención Primaria"

"Es momento de intervenir en estrategias políticas sanitarias; hay que dar un paso al frente urgentemente para cuidar al cuidador"