"Estamos al límite después de dos años de pandemia y esta sexta ola está provocando una gran sobrecarga física, mental y emocional. Nos encontramos realmente cansadas por el exceso de trabajo y la falta de personal y es hora de que valoremos y cuidemos también nuestra salud mental, familiar y laboral". Es el grito de auxilio que realizan Esther Ripa, Sergio Arrondo y Puri Quiles, enfermeras del hospital Virgen del Camino y que llevan dos años en primera línea de batalla frente al covid. Son personal sanitario, el que siempre está cuando se necesita, y el que ahora pide ayuda a la sociedad y a la administración pública para que se empiece a cuidar también del cuidador.

"No queremos más parches", asegura Sergio Arrondo. "Necesitamos soluciones de verdad para mejorar nuestras condiciones de trabajo. El agua ya ha empezado a filtrarse por los parches y amenaza con hundir el barco. Si no se toman medidas, esta impresionante sexta ola va a arrasar con el personal sanitario".

Sobrecarga de trabajoCansancio y problemas de salud mental

Cansancio y problemas de salud mental

La sobrecarga de trabajo en los empleados de enfermería venía desde antes de la pandemia, pero se ha agudizado enormemente con el coronavirus, provocando numerosos problemas de salud mental. Según un estudio de la UPNA, el 68% de las enfermeras ha sufrido ansiedad, depresión o estrés postraumático durante el covid.

"Los sanitarios respondimos en marzo y seguimos cumpliendo, pero al final nos vamos cansando y tenemos que valorar también nuestra salud mental, familiar y laboral porque necesitamos seguir estando cuerdos", explica Sergio Arrondo, que lleva desde 2001 en la planta de cirugía, un espacio con 40 camas. Actualmente, 10 se destinan a cirugía y el resto a diferentes especialidades como el covid.

"Estamos muy quemados. Pero, ¿qué podemos hacer? Los controladores o los transportistas amenazan con la huelga. En enfermería, como es vocacional, no se puede hacer una huelga porque piensas que el que va a sufrir es el paciente y el compañero. Lo único que podemos hacer es simplemente pedir unas condiciones laborales dignas", reflexiona.

"Encima trabajamos con personas, no con máquinas y aquí la cadena no se puede parar nunca", añade Esther Ripa, auxiliar de enfermería de la Unidad de pool estructural. "Estos dos años de pandemia nos han llevado a una sobrecarga física, mental, emocional, personal y de todo. Estamos cansados, ya no solo por el covid, sino por la falta de planificación y de previsión. No digo que sea fácil gestionar una pandemia, pero creo que, en dos años, una mínima planificación podría haber habido. Estamos con contratos de cuatro meses esperando a última hora para saber si se prorrogan o no. Vamos al corre corre que te pillo y así puedes aguantar una semana, pero no dos años. En pool llevamos un mareo encima tremendo y eso afecta a la hora de poder atender con un mínimo de calidad y seguridad a los pacientes, que al final es nuestra misión".

Puri Quiles, que lleva desde 2008 en la quinta planta general, en principio destinada a neumología, pero reconvertida en estos momentos a covid, relata también su complicada situación. "Muchos días acabas cansada y con ganas de llorar. La primera ola me afectó mucho a nivel mental. Me quedó grabada la primera fallecida por covid que me tocó. Me la encontré sentada en el suelo con 39 y pico de fiebre y me decía que no podía respirar. Volví a las 7 de la mañana al día siguiente y ya había fallecido. Me quedé fatal porque encima había muerto sola, sin su familia".

Falta de personalSe juntan las vacaciones, las bajas y la OPE

Se juntan las vacaciones, las bajas y la OPE

En esta sexta ola, la falta de personal se ha visto incrementada por las vacaciones de Navidad -que en muchos casos se han suspendido-, las numerosas bajas y la OPE de Enfermería convocada para febrero.

"Veo un claro maltrato por parte de la administración y la sexta ola está arrasando con el personal sanitario", asegura Sergio Arrondo. "La gente tiene unos contratos basura y obligaciones de doblar turno. Igual te pegas 14 horas seguidas trabajando y entonces la atención que puedes tener puede ser bastante peligrosa. Es muy llamativo porque la falta de personal en algunos servicios como neonatos o UCI viene de años atrás. Ya se daba en épocas de verano, de navidades y Semana Santa y salía adelante porque la gente se quitaba vacaciones y venía cuando no tenía que venir. De cara a la galería todo es muy bonito y funciona muy bien, pero la falta de personal es un problema que lleva muchos años y que se ha acentuado con la pandemia a límites nunca vistos. Creo que la gente está cansada y no está pidiendo algo económico, está pidiendo dignidad".

Sergio Arrondo critica que la administración lleva muchos años sin cuidar de los sanitarios. "Creo que la incompetencia de la administración es directamente proporcional al maltrato de los trabajadores. Da lo mismo el color que gobierne, el problema es que siempre piensan a corto plazo, de cuatro años en cuatro años. Los problemas que hay los subsanan con parches, no van a la raíz. Las plantillas están muy ajustadas y, en cuanto falla alguien, la barca se termina hundiendo. La gente está muy quemada y la pandemia se ha llevado a toda la sanidad. Ha habido una gestión pésima de la pandemia y nadie paga por los errores. Las cosas han salido por el esfuerzo de los trabajadores. Al principio de la covid-19, faltaban recursos materiales por todos los lados, pero nadie se negó a ir a trabajar cuando no le tocaba. Ahora, el problema es que hay recursos materiales, pero faltan recursos humanos".

"Pienso que el sistema navarro de salud está ya desmoronado", continúa Esther Ripa. "La situación viene de recortes anteriores a 2015 y de procesos de privatización, como ocurrió con la cocina. Hay un lastre de décadas y faltan personal, previsión y recursos. También tengo que decir que hay algunos aspectos positivos y que durante la pandemia hay que reconocer que ha habido mucha contratación. Otra cosa es el tipo de contratos y la falta de previsión".

Las tres enfermeras coinciden en señalar que la OPE de Enfermería convocada para febrero está haciendo mucho daño. "Es muy llamativo porque la OPE, que es para Osasunbidea, deja en inferioridad a los trabajadores de Osasunbidea. Los empleados que están doblando turnos tienen que enfrentarse a la OPE sin poder estudiar. Si jurídicamente fuera posible, la administración debería tomar medidas para igualar a la gente que está estudiando en casa con la gente que está venga a trabajar. Por ejemplo, poniendo un punto más por cada mes trabajado durante la pandemia. Es la primera OPE donde la desventaja la van a tener los trabajadores de la propia administración", critica Sergio Arrondo.

Una posición similar defiende Esther Ripa. "Muchas enfermeras están estudiando e igual no era el momento de plantear una OPE. En 2020 era el momento de planificar y crear vacantes, no contratos estructurales de cuatro meses, de celadoras, auxiliares, enfermeras, para lo que pudiera ocurrir. Pienso que es bueno crear vacantes donde haga falta y luego sacar la OPE en un tiempo para que la gente pueda estudiar".

"Ahora mismo, falta mucho personal", concluye Puri Quiles. "Han recortado vacaciones y hay veces que nos piden favores. Además, se están dando muchas bajas por contagios de empleados, A nosotras nos hacen un cribado cada semana y siempre sale alguna. Hay bajas y bajas de bajas por el covid. Es una pasada. Muchas veces no sabes ni cuánta gente estamos trabajando, pero hay que tirar para adelante".

Ingresan más jóvenesPreocupa el aumento de la violencia física y verbal

Preocupa el aumento de la violencia física y verbal

"El ingreso ha cambiado mucho desde marzo hasta ahora", señala Sergio Arrondo. "Antes ingresaban muy bien pero veías el deterioro, cómo iban cayendo. Ahora, los tratamientos son mejores. Ingresa gente más joven, pero se van también antes a casa. Digan lo que digan, la vacuna se nota".

"Sí. Tenemos un poco de todo, desde 37 hasta 90 años", añade Puri Quiles. "Hay gente joven sin vacunar y gente mayor que está medianamente bien gracias a la vacuna. Eso sí, llama mucho la atención que la gente joven que no está vacunada está fatal. Empiezan a saturar sin darse cuenta y hay que ir corriendo. Es alucinante y hemos visto de todo, hasta gente de 21 años".

Otro aspecto que preocupa notablemente a los tres sanitarios es el incremento de la violencia física y verbal que ha habido en los hospitales en estos últimos meses. "Hay gente que nos da las gracias, pero otros nos tratan a patadas", reflexiona Puri Quiles. "Pienso que al principio socialmente sí que estábamos reconocidos, pero ahora ha habido un gran aumento de la violencia física y verbal", continúa Esther Ripa. "La gente quiere una atención a la carta y vienen diciendo cosas que han leído en internet. Los sanitarios siempre estamos ahí y parece que como es por vocación tenemos que aguantar de todo".

Mensaje a la poblaciónVacunarse y cuidar el sistema de salud público

Vacunarse y cuidar el sistema de salud público

"A la población le diría que se cuide y que nos cuiden", reclama Puri Quiles. "Ya estamos hasta arriba y nos tienen que dar un poco de apoyo. Es nada más que para que nos den una palmadita en la espalda o que nos den las gracias. Antes había muchos aplausos y ahora ya nadie se acuerda. El cuidado es una obligación de toda la sociedad porque se está hundiendo la sanidad pública. Por ejemplo, yo no entiendo la gente que no se vacuna y les diría que piensen un poco en los demás. Creo que tenemos que tener un poco de cabeza y cumplir las normas, porque parece que la mascarilla es obligatoria pero solo para algunos".

"Los aplausos están muy bien en un momento dado, pero de aplausos no comemos y también queremos que nos cuiden", analiza Esther Ripa. "También me gustaría que nos uniésemos como sociedad para reclamar una mejor atención sanitaria pública. De un modo constructivo, hacer algo comunitario para mejorarlo entre todos y que siga habiendo sanidad pública en navarra. Yo ya digo que trabajo en el tenderete del Servicio Navarro de Salud, en una tienda de campaña, porque esto ya se está hundiendo. Creo que es el momento de que todos demos un paso al frente y luchemos por proteger al sistema público de salud, que ha llevado todo el peso de esta pandemia realizando un esfuerzo brutal. Y es hora de que lo protejamos entre todos".