La consejera de Salud, Santos Induráin, ha reconocido este martes en el Parlamento que en la última Oferta Pública de Empleo (OPE) de Enfermería -cuyo examen se celebró el 6 de febrero y en el que aprobaron 653 personas de las 4.713 participantes- antes de la oposición estudiaron “si era posible incluir algún tipo de cambio en los baremos y computar más la experiencia, y más en pandemia, pero no había margen legal ni temporal” para hacerlo. No obstante, ha considerado que el resultado “nos lleva como Administración a una reflexión para mejorar los procesos, los instrumentos, tanto en términos de agilidad como la adecuación de las baremaciones de cara a las nuevas OPE que están por venir”.

Induráin ha señalado que “el número absoluto de aprobados permite prever que las 424 plazas van a cubrirse sin problemas, pero sí que es cierto que el dato porcentual y diversos comentarios de las personas que participaron en la oposición da pie a valoraciones sobre el grado de dificultad o adecuacion de las preguntas”. Sin embargo, ha afirmado que desde Salud “más allá de indicar que es necesario una revisión de todos los procesos de OPE en tiempo y en forma, no podemos entrar en un posicionamiento sobre esta convocatoria en concreto”.

La consejera ha comparecido en comisión, a petición de EH Bildu, para valorar dicha OPE, que “ha sido controvertida en sus tiempos y formulación -en el cuándo y en el cómo-”, ha dicho, y ha añadido que cuando se lanzó el proceso “apenas había un puñado de casos -de covid- y los distintos expertos y autoridades sanitarias casi habían dado por controlada la pandemia”.

Respecto a la posibilidad de haber suspendido la prueba, ha apuntado que “también se hubiera generado una situación compleja, otro tipo de perjuicios y un retraso en el proceso de consolidación”. Asimismo, ha explicado que el tribunal es el encargado de preparar el examen, confeccionar las preguntas, corregirlas y publicar los resultados, “siempre con absoluta independencia y autonomía de gestión” y la “Administración no puede ni debe intervenir en esas fases, salvo para facilitar los medios necesarios”.

Valoración de los grupos parlamentarios

En el turno de los grupos, Txomin González, de EH Bildu, ha afirmado que el número de aprobados “ha sido bastante reducido” y, por ello, “hay que hacer una reflexión y realizar una modificación del decreto de acceso y las órdenes de baremos”. Desde Navarra Suma, Cristina Ibarrola ha sostenido que “el resultado de la OPE es reflejo de la torpeza e incompetencia de los máximos responsables de Salud”. La parlamentaria socialista Patricia Fanlo ha señalado que el porcentaje de aprobados es “bajo” pero “hay que recordar que el tribunal de una OPE es independiente y soberano”. Finalmente, Ana Ansa, de Geroa Bai, ha exigido “que se anule la tasa de reposición”, ha criticado la lentitud de los procesos selectivos y ha considerado que debería haberse dado “algún tipo de compensación” para un colectivo que “ha estado simultaneando el trabajo con la preparación de las oposiciones”.

En la comparecencia, la consejera también ha señalado que el departamento de Salud ha convocado desde 2019 un total de 1.369 plazas mediante Oferta Pública de Empleo de cara a consolidar la plantilla del sistema sanitario público.

Afectan a casi todos los estamentos, niveles y zonas geográficas. A estas plazas se sumarán próximamente otras 480 de tres OPE aprobadas recientemente, mientras que Salud, en coordinación con todo el Gobierno y el Estado, prevé además incrementar de forma especial la oferta pública de empleo mediante OPE de reposición y normativa de estabilización de personal interino, cuyo impacto se está dimensionando.

Como ha reiterado Induráin, la consolidación de las plantillas de personal sanitario público -a las que hay que sumar las plazas no sanitarias que se convocan desde la Administración Núcleo- ha sido una prioridad para Osasunbidea, con el objetivo de fidelizar estos recursos humanos claves para el sistema sanitario.

Esta apuesta, según ha informado el departamento, se ha realizado en un contexto excepcional de pandemia, lo que ha añadido al proceso dos circunstancias especiales. Por un lado, ha supuesto un sobreesfuerzo en la preparación de las mismas de gran parte de las personas que optan a esos puestos fijos, pero también de los profesionales que conforman los numerosos tribunales que han sido necesarios para las pruebas. Lo que se ha traducido también en una intensa labor de los Servicios Centrales de Osasunbidea. Por otro lado, y de modo simultáneo, Salud ha ido reforzando en paralelo las plantillas con contrataciones para afrontar la contingencia covid-19 y otras necesidades más estructurales, como las derivadas del Plan de Acción de Primaria.

Próxima incorporación de 34 pediatras y 107 médicos de familia fijos

En cuanto a las OPE, según ha indicado el departamento, es un proceso complejo que tiene varios momentos: la aprobación legal de la Oferta Pública de Empleo, la convocatoria efectiva de los exámenes para las plazas y la incorporación final de los profesionales que las logran.

Desde 2019 se han convocado 1.369 plazas provenientes de OPE aprobadas con anterioridad, en concreto de los años 2017, 2018 y 2019. El índice de cobertura en estas convocatorias ha sido del 99,63%, es decir, se ha cubierto la práctica totalidad de las plazas, ha apuntado Salud.

Una parte de estos nuevos funcionarios ya se han incorporado y otros lo harán a lo largo del año. En concreto, en enero tomaron posesión de su puesto estable 105 celadores; en febrero, 210 TCA, etc. Los siguientes en ocupar sus plazas fijas serán 34 pediatras y 107 médicos de familia, mientras 307 facultativos especialistas de área se irán incorporando a lo largo de 2022, en función de los ritmos de sus propias convocatorias.

De cara al futuro, el proceso de consolidación de plantillas sanitarias tiene ante sí dos nuevas fases, como ha expuesto Salud. La primera consistirá en convocar las 480 plazas derivadas de las OPE ordinarias ya aprobadas en 2020 y 2021 (y de estabilización del 2017), cuyo cronograma de pruebas aún no está definido.

La segunda, que por el propio articulado de la ley no puede dilatarse en su materialización más allá de 2024, está relacionada con el proceso de estabilización ligado a la normativa estatal (Real Decreto Ley de 6 de julio y Ley de 28 de diciembre del 2021) para transformar un importante número puestos interinos de cierta antigüedad en fijos.

De esta forma, se supera la mera tasa de reposición, que se fija anualmente en relación a jubilaciones, etc. Serán OPE y procedimientos que afectan a todas las administraciones autonómicas y estatales, pero cuyas concreciones a nivel foral y específicamente en Salud, están por perfilar y cuantificar, primero en la Mesa General, y luego en el ámbito sectorial, como ha explicado el departamento en una nota de prensa.

No obstante, la ley ya marca unos plazos concretos y su impacto de estabilización en las plantillas sanitarias puede ser relevante.

Convocadas en 2020 y 2021 tantas plazas como en los diez precedentes

La aprobación y convocatoria de OPE ha sufrido diferentes variaciones a lo largo de los últimos años con diferentes factores que han influido en ellas. "En un primero momento fueron determinantes las limitaciones de la tasa de reposición debido a la crisis económica y, más recientemente, la propia pandemia ha supuesto un reto importante en todo un desarrollo ya de por sí complejo y exigente para toda administración y sus plantillas", indican los responsables de contratación de Salud.

Los principales datos resultantes de todos estos procesos con una perspectiva cronológica son los siguientes. En 2009 se convocaron 391 plazas; en 2010, 60; en 2012 subieron a 172 y en 2015 fueron 89. El año 2017 fue de nuevo más productivo con 257 plazas, mientras que en 2018 solo se convocaron 3 puestos.

De esta forma, el periodo 2009-2018 se saldó con un global de 972 plazas convocadas procedentes de siete OPE distintas. El año 2019 supuso un cambio de tendencia, con 393 plazas convocadas, una cifra similar a la de 2020, con 391 puestos. Este montante fue superado el año pasado (2021) al convocarse 587 puestos, por el momento la cifra anual más elevada, ha indicado Salud.

Así, este segundo ciclo, que va de 2019 a 2021, presenta un acumulado de plazas convocadas de 1.369, fruto de tres OPE distintas aprobadas con anterioridad. De ellas, 976 se han convocado en los dos últimos años (2020-2021), ejercicios que han sumado en su conjunto un número de plazas equivalente a las convocadas en los diez años anteriores (de 2010 a 2019, ambos incluidos) cuando se organizaron pruebas para adjudicar un total de 974 puestos de funcionario sanitario, ha señalado el departamento.