El Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra ha sido galardonado con uno de los premios Cuarto Pilar 2022 del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) del Gobierno de Aragón, por su Decreto Foral 92/2020, por el que se regula el funcionamiento de los servicios residenciales, de día y ambulatorios de las áreas de mayores, discapacidad, enfermedad mental e inclusión social del Sistema de Servicios Sociales de la Comunidad Foral de Navarra.

Los premios Cuarto Pilar tienen como objetivo poner en valor la labor de usuarios, trabajadores y centros de Servicios Sociales y fijar referentes para seguir mejorando. En esta línea, el Gobierno de Aragón ha reconocido, con el premio a las Administraciones públicas no aragonesas, la transformación que Navarra está realizando para adaptar sus instalaciones al nuevo modelo de Atención Integral Centrada en la Persona y formar a las y los profesionales de los Servicios Sociales de Navarra.

La entrega del galardón se celebró ayer en el Palacio de Congresos de Zaragoza y, para su recepción, acudieron el Secretario General Técnico del Departamento de Derechos Sociales, Ignacio Iriarte, y la Directora Gerente de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, Inés Francés.

Tal y como manifestó Iriarte durante el acto, "el nuevo sistema de atención implica un cambio en la mirada, una mirada ahora centrada en las personas, con las que se cuenta desde el principio en la toma de decisiones". Por su parte, Francés destacó que "el objetivo principal marcado por el Decreto es llegar a todos los lugares y a todas las personas que necesitan atención, con independencia de la zona geográfica en la que residan".

Mejora de los servicios y del modelo de atención

Gracias a esta nueva legislación, el Departamento de Derechos Sociales está tomando medidas para mejorar de la calidad de los servicios residenciales, de día y ambulatorios, así como en lo referido al modelo de atención.

Entre los cambios que posibilita, la norma contempla centros más pequeños y la regulación de las unidades de convivencia, para un máximo de 16 personas, o la creación de la figura del personal de referencia. También aumenta la ratio de personal por personas atendidas, lo que garantiza una mayor calidad en la atención.

Otra novedad relevante tiene que ver con la regulación de autorizaciones específicas para aquellos servicios que se diseñan en el marco de experiencias piloto, y que apuestan por la innovación, posibilitando nuevas fórmulas de abordar las necesidades. Asimismo, facilita que, una vez validadas estas experiencias piloto, pasen a incorporarse como nuevos servicios.

En palabras de la consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu, "este Decreto aporta elementos relevantes en cuanto a la forma en que atendemos a las personas, desde su reconocimiento como seres singulares y valiosos; en cuanto al tamaño y la configuración de los centros residenciales, con más habitaciones individuales; o la creación de una red de apoyo para compartir buenas prácticas y herramientas".