"En junio del año pasado, un grupo de padres y madres que habíamos vivido la muerte de uno o varios de nuestros bebés en la etapa de la gestación, en el parto o posterior nos juntamos en Bizkaia y montamos la asociación Esku Hutsik", que se dedica a la visibilización del duelo perinatal, gestacional y neonatal en Navarra y la CAV y que cuenta con 81 socios, entre familias y profesionales, ha relatado su presidenta, María González, quien ha explicado que lo hicieron porque "necesitábamos no sentirnos solos".

Al respecto, esta maestra y psicopedagoga ha expuesto que éste "es un duelo invisible, un duelo en el cual la sociedad no nos permite hablar de nuestros hijos. Siempre decimos que no tenemos un término para definir la muerte de nuestros bebés. Existe la palabra huérfano, la palabra viuda, pero no hay una para definir... y eso hace que haya mucho silencio, que haya mucho estigma y que las familias nos sintamos muy solas".

Así, con el propósito de dotar de recursos a estas familias en duelo y ayudar a los profesionales que trabajan con ellas esta asociación sin ánimo de lucro se puso en marcha. Este viernes, el Planetario de Pamplona ha acogido su primer acto abierto a la sociedad en general en la Comunidad Foral dentro de las jornadas que organiza la Asociación Navarra de Matronas (Anama) con motivo del día internacional de estas enfermeras especialistas.

Un evento en el que ha participado la propia María González, pero también la psicóloga sanitaria Lucía Oñate, que ha explicado "qué es el duelo perinatal, las fases, cómo se aborda, qué frases hay que decir, cuáles no, cómo se puede acompañar..." Y en el que, además, dos madres navarras que son socias del colectivo (Susana Huarte y Miren López) dieron testimonio de su propia experiencia.

"Hay que respetar los tiempos"

La presidenta de Esku Hutsik ha indicado que, cuando un bebé fallece, "hay que respetar los tiempos que cada familia necesita", porque en el duelo "no hay tiempos reglados. Cada caso se vive de una forma y porque haya pasado un mes o un año no tiene por qué ser suficiente".

Asimismo, ha recomendado simplemente "estar; que la familia, que la madre, que la pareja no se sienta sola. Muchas veces hay tanto silencio alrededor, porque al principio necesitas aislarte del mundo pero cuando empiezas un poco a querer salir, a querer relacionarte, la gente te da la espalda o hay silencio, y ese silencio -como ha reconocido- nos hace mucho daño". Por eso, pidió que "nos dejen hablar de nuestros hijos, de nuestros partos, de nuestros procesos, del embarazo".

Qué no hay que decir

En cuanto a qué expresiones conviene evitar en estos casos, González se refirió a "las típicas que estamos acostumbrados a decir de mejor ahora que más tarde, ya vendrá otro, eres joven... Son frases que están como muy normalizadas, que además siempre vienen de personas queridas, de familiares cercanos, de amigos, y que hacen mucho daño. Las vas a recordar el resto de tu vida, porque no se te olvida quién te la ha dicho y en qué momento".

En cambio, ha abogado por emplear otros términos a la hora de comunicarse, del tipo "cómo te puedo ayudar, cómo se llamaba, siento mucho que tu bebé se haya muerto... utilizando las palabras como son, porque al final el bebé fallece; no desaparece, no he perdido un alfiler. Queremos nombrar, que nos dejen nombrar a nuestros bebés, que la mayoría de las veces tenían nombre".

Como ha sostenido su presidenta, Esku Hutsik -asociación que tiene perfiles en Instagram y Facebook y cuyo teléfono de contacto es 722 82 20 39- "nace porque a nivel de la sanidad pública no existen grupos de apoyo al duelo para las familias, no existe nada, pero surge la necesidad de sentirnos arropados y de dotar a las familias de herramientas". Un espacio en el que puedan, por ejemplo, consultar qué libro pueden leer, qué música escuchar, a qué psicólogo pueden acudir o, simplemente, para poder hablar con otras familias que han pasado por lo mismo. Además, como ha concluido, "estamos luchando para que en todos los hospitales de Osakidetza y Osasunbidea haya un protocolo unificado ante la muerte perinatal", de manera "no estés un poco al albur de que tengas suerte de con quién y dónde te toca para que te atiendan bien".