SAN SEBASTIÁN. La Audiencia de Gipuzkoa ha acordado prorrogar dos años más, hasta los cuatro que constituyen el límite legal establecido, la situación de prisión provisional del fotógrafo donostiarra Kote Cabezudo, procesado por presuntos abusos a modelos, estafa y otros delitos contra la libertad sexual.

La Sección Primera de la Audiencia ha adoptado esta decisión, en un auto al que ha tenido acceso EFE, a petición de la Fiscalía y la acusación particular, que ejercen las víctimas del procesado, quien se encuentra en la cárcel de Martutene desde el 4 de mayo de 2018 y próximo, por lo tanto, a cumplir dos años de encarcelamiento, lo que obligaba a revisar su situación legal antes del fin de este período.

El denominado "caso Cabezudo" es un complejo asunto judicial con una causa principal, iniciada en 2013, en la que el fotógrafo se halla procesado por la posible comisión de 47 delitos, varios de ellos contra la libertad sexual de sus modelos.

De ella penden múltiples pequeñas causas desgajadas, la mayor parte por presuntos delitos de desobediencia grave a la autoridad judicial, coacciones a las víctimas y obstrucción la Justicia que, según la acusación particular, se cortaron "de raíz" a partir del ingreso en prisión provisional del inculpado en 2018.

Durante la vista celebrada el pasado 22 de abril, tanto la Fiscalía como la representación de las víctimas reclamaron que Cabezudo continúe en la cárcel al entender que "existen indicios" suficientes de su participación en los hechos y que persiste el riesgo de fuga, "ante las décadas de prisión" a las que podría ser condenado.

Asimismo, pusieron de relieve la posibilidad de que una vez puesto en libertad al fotógrafo pudiera continuar "atentando contra bienes jurídicos de las víctimas", ya que "fue la prisión provisional la que puso fin" a estas actuaciones por las que "se sigue un reguero" de procedimientos en su contra, en uno de los cuales ya ha sido condenado en firme a dos años y tres meses de cárcel por "intimidar" a una testigo colgando una fotografía suya desnuda en una red social.

La defensa, por su parte, adujo que no concurre en el caso de Cabezudo "ninguno de los fines legítimos en los que debe basarse la prisión provisional".

La abogada del fotógrafo recordó que mientras su cliente permaneció en situación de libertad provisional "cumplió con todas las medidas cautelares que se le impusieron y acudió a todos los llamamientos", además de contar con 72 años de edad, una hija menor de edad y arraigo en San Sebastián.

Esta letrada también puso de manifiesto, entre otros argumentos, "la imposibilidad de fuga ante la situación de estado de alarma en que nos encontramos, con motivo de la pandemia del COVID-19".

No obstante, la Audiencia de Gipuzkoa rechaza ahora estos argumentos y acoge los de las acusaciones, al constatar la existencia en el caso de "indicios suficientes" de los delitos por los que ha sido procesado el fotógrafo.

El auto recuerda asimismo que mientras estuvo en libertad "no cumplió, aparentemente, con los requerimientos judiciales de poner fin a la difusión de imágenes de las querellantes, que atentaban contra su derecho a la intimidad, sino que continuó difundiéndolas tales, haciendo caso omiso a los requerimientos judiciales e incluso, indiciariamente, obstaculizando, o intentando obstaculizar", que las afectadas "actuaran con libertad ante los órganos judiciales".

"No apreciamos motivo racional alguno para confiar en que, caso de poner en libertad provisional al procesado, vaya a actuar de modo distinto a como lo venía haciendo con anterioridad a ser privado de libertad", añade el texto judicial que también ve en este caso posibilidades de un eventual "riesgo de fuga del procesado".

Aclara, a este respecto, que "el rosario de delitos que habría cometido el procesado" hace que las penas de prisión que "podrían imponérsele" sean "de una duración muy elevada". "Tanto que sería natural que cualquier persona pensara en huir, a fin evitar sufrir una privación de libertad tan prolongada", recalca el documento que decide, por lo tanto, prorrogar por dos años más la prisión provisional del fotógrafo.