La Guardia Civil ha desmantelado en la Ribera de Navarra un punto de cultivo y elaboración de drogas dentro de una operación en la que se han incautado 65 kilos de marihuana y se ha detenido a dos personas e investigado a otras dos como presuntas autoras de un delito de tráfico de drogas.

Además a uno de los detenidos se le investiga por delito de robo con fuerza a las cosas y un segundo delito de tenencia ilícita de armas, informa la Guardia Civil que indica que en el registro se intervinieron dos armas largas, una de ellas, una escopeta repetidora de calibre 12 que había sido sustraída meses atrás.

Los detenidos son dos varones de 51 y 25 años, según la citada fuente que apunta que otros dos, de 78 y 24 años, han sido citados en calidad de investigados como presuntos autores de un delito de cultivo o elaboración de drogas.

La colaboración ciudadana resultó fundamental para dar inicio a las investigaciones al alertar a través de una llamada al teléfono de atención al ciudadano de la Guardia Civil 062 de que en una finca rústica situada en la Ribera navarra había un fuerte olor a marihuana.

La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Navarra (UOPJ) se hizo cargo de la investigación y constató que de una finca rústica vallada al completo se desprendía un fuerte olor posiblemente a marihuana, lo que dio inicio a la operación Rocmari.

A través de vigilancias comprobaron la existencia de dos invernaderos ocupados en su totalidad por plantas de marihuana y así, con las evidencias de que se trataba de un punto de cultivo y fabricación de drogas, solicitaron al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tudela un mandamiento para la entrada.

En el registro se hallaron dos invernaderos ocupados al completo por plantas de marihuana, un almacén que era utilizado como laboratorio/secadero que contenía maquinaria específica que en momento de la entrada estaba en funcionamiento para el secado de la marihuana.

Los detenidos tomaban fuertes medidas de seguridad, en la plantación siempre había alguna de las dos personas detenidas, solían dormir en el lugar y poseían armas de fuego, que fueron recuperadas. En concreto una escopeta repetidora del calibre 12, que figuraba como sustraída, y una escopeta de aire comprimido con mira telescópica.

Todas estas medidas, explica la Guardia Civil, se deben a que estamos en una época clave en esta clase de cultivos ilícitos en los que son frecuentes los robos, entre personas involucradas en el mundo del tráfico de drogas.

Con la desarticulación de este grupo se ha conseguido evitar la llegada inmediata al mercado ilícito de 65 kilos de marihuana, que tendrían un valor superior a los 116.000 euros.