Tras la desaparición del Irumi Lorca en 1997, Navarra vuelve a tener un club de baloncesto en silla de ruedas. El BSR Navarra, encabezado por la familia Zudaire, disputó ayer su primer partido en Pamplona contra el Bidaideak Bilbao BSR. La grada del Polideportivo de la Uuniversidad Pública de Navarra se abarrotó de personas que se acercaron para apoyar al conjunto navarro en un partido lleno de emoción que se tuvo que decidir en la prórroga (42-47).

Con el objetivo de que “personas con discapacidad puedan practicar deporte de equipo”, la familia Zudaire decidió recuperar este deporte adaptado en noviembre de 2021. Alberto Zudaire, presidente y entrenador del club, se aventuró en este proyecto inspirado en su hermana Beatriz Zudaire, jugadora profesional, internacional con la selección española, que entrenó al equipo durante Navidad. 

"Veíamos inviable que una persona con discapacidad se tuviera que ir fuera para hacer un deporte de equipo"

Alberto Zudaire - Presidente y entrenador del BSR Navarra

“Mi hermana para entrenar se tenía que ir a Vitoria y veíamos inviable que una persona con discapacidad se tuviera que ir fuera para hacer un deporte de equipo”, explica Alberto, quien se especializó en este deporte durante una etapa de su vida en Murcia. “Nos tiramos a la piscina sin saber si había agua o no y ahora podemos dar a once jugadores la oportunidad de practicar deporte de equipo en Navarra”, cuenta.

Junto a sus padres Alejandro Zudaire y María del Puerto García, Eliseo Jiménez como segundo entrenador, Pedro Silva como asistente, y otros miembros de su familia; el presidente del club organizó lo que hoy es el BSR Navarra: el primer conjunto navarro en disputar un encuentro después de 26 años.

“Con todas las ventajas que tiene esto para las personas con discapacidad, nos parecía una aventura muy interesante”

Ernesto Modrego - Gerente de la Fundación Miguel Induráin

Para apoyar la creación del equipo, la Fundación Miguel Induráin se sumó a la causa. El gerente de la organización, Ernesto Modrego, explicó que se sumaron porque “con todas las ventajas que tiene esto para las personas con discapacidad, nos parecía una aventura muy interesante”. 

El equipo comenzó a entrenar en febrero de 2022, pero ha sido en este mes de enero cuando han podido empezar a competir en una liga organizada por la Federación del País Vasco con equipos de la zona norte. BSR Navarra, en palabras de su presidente, tiene la intención de “crecer más y llegar a competir a nivel nacional, pero por ahora queremos disfrutar, aprender y aprovechar todos los partidos que podamos jugar”.

“Es una gran experiencia y estamos muy ilusionados con esta forma de vivir el deporte, aunque seamos novatos”

Elena Valencia Eslava - Jugadora del BSR Navarra

El equipo está formado por once jugadores navarros y dos de Burgos, que no disputan muchos minutos en su equipo y echan una mano a los navarros. “Ninguno había estado metido en un deporte de equipo. Entonces para ellos es todo novedoso: las rutinas, venir a entrenar, relacionarse con los compañeros, etc. La excepción es uno que sí que había jugado antes y otra chica que era jugadora de baloncesto sin silla, pero tuvo una lesión”, relata Zudaire.

Esa chica es Elena Valencia Eslava, quien llevaba doce años jugando a baloncesto sin silla, pero una lesión le obligó a jugar en silla de ruedas. Elena se sumó a este deporte cuando se fundó el equipo y asegura que vienen “a darlo todo”. “Es una gran experiencia y estamos muy ilusionados con esta forma de vivir el deporte, aunque seamos novatos”, apuntó. En cuanto a las gradas repletas de personas apoyando a los navarros, la jugadora foral afirmó que “es un recibimiento increíble que no esperábamos”.

"Es todo un lujo poder vivir esta experiencia y apoyar a este deporte después de más de 20 años sin baloncesto en silla de ruedas”

María Asurmendi - Jugadora profesional de baloncesto

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Quien no se perdió el partido y, es más, lo retransmitió en directo para el canal de Youtube Festaro, fue María Asurmendi. La elegida por votación como la mejor baloncestista navarra de la historia afirmó que es “todo un lujo poder vivir esta experiencia y apoyar a este deporte después de más de 20 años sin baloncesto en silla de ruedas”. “Es un día muy emotivo y se notan esos nervios, esa emoción y ese disfrute del primer día”, añadió.

El marcador reflejó un 42-47 tras la prórroga, pero fue lo de menos. Eso no empañó un día muy emotivo en el que cientos de personas disfrutaron animando y haciendo la ola a los deportistas cada vez que realizaban una buena acción. Los navarros ofrecieron espectáculo hasta el final, ya que fueron capaces de remontar una desventaja de más de diez puntos y llevar a los vizcaínos a la prórroga. No hubo suerte, pero el premio fue el calor y el cariño que los aficionados ofrecieron en un día tan emotivo.