El Castillo de Gorraiz tiró de épica para ganar un vital encuentro ante el Logrobasket e igualarles en cabeza con una sola derrota. Un excepcional último cuarto (35-6) le dio la vuelta a un encuentro que, a falta de 12 minutos, tenía muy mala pinta (18 abajo). La entrada de Iker Etxeondo activó a un equipo que se convirtió en un huracán liderado por un inspiradísimo Portalez desde la línea de tres.
Tras un primer periodo de tanteo mutuo, los de Jotas Unzué sufrieron la lesión de Balastegui, que mermó profundamente a un equipo que se fue cayendo durante el segundo y tercer cuarto hasta ir 18 abajo. En ese momento, el cuerpo técnico apostó por dar entrada a Iker Etxeondo, inedito hasta ese momento, y fue como si le echasen gasolina a un coche en reserva.
El joven alero anuló a Borja Arévalo, mejor jugador rival, hasta llevarlo a la desesperación. Los visitantes no llegaban ni a tirar a canasta y eso fue dando energía a unos azules que lo veían perdido pocos minutos antes. Para sumarse a la fiesta, Marcos Portalez empezó a enchufar triples, hasta llegar a cuatro consecutivos. Luego se le unieron Fercho, Pau Elso o Yarnoz, también desde la línea de tres. Todo mientras en el otro lado seguía el clinic defensivo de Etxeondo y la desesperación rival. Calvo remató la remontada con un canastón mientras la grada celebraba con entusiasmo una remontada de muchos kilates.