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Great Osobor domina en el inicio de temporada en la NCAA

El navarro cuaja su mejor partido del curso, pero el entrenador le pide mayor eficiencia

Great Osobor domina en el inicio de temporada en la NCAAHUSKIES

Great Osoborsigue de dulce. El ala-pívot ha arrancado su última temporada en la NCAA de forma arrolladora, erigiéndose como líder indiscutible de los Washington Huskies. En su cuarto partido, el navarro ha firmado 23 puntos y 18 rebotes vitales en la victoria frente a UMass Lowell por 74 a 69. Tres triunfos, por tan solo una derrota para echar a andar en el estado de Seattle.

Todavía algo errático en el tiro, Osobor promedia 14.8 puntos, 13 rebotes, 4 robos de balón, 2.8 asistencias y 1.3 tapones por encuentro en la que será la campaña clave para dar el salto a la NBA, uno de sus grandes sueños. Haces dos semanas, el ribero se estrenó con su nueva camiseta con un partido que no se veía en la liga universitaria desde hacía más de quince años, cuando lo hizo Blake Griffin, varias veces All-Star y número 1 del Draft.

A pesar de los notables guarismos, su entrenador Danny Sprinkle se ha mostrado muy exigente con el jugador, ya que considera insuficiente la aportación de su gran estrella hasta el momento. “Puede estar mejor en defensa. Todavía no está en forma, tiene que mejorar ese aspecto. Ha hecho 23 puntos y 18 rebotes, pero podía haber hecho 35 y 25”, declaró el técnico.

El tudelano apenas llega al 35 por ciento en tiros de campo, muy por debajo de sus tres años anteriores en la competición. Ya como sénior consagrado, desde la organización esperan que mejore sus porcentajes a medida que avance el curso. “Nunca lo he visto fallar tantos tiros cerca del aro, no sé si es por su concentración o qué”, añadió un severo Sprinkle, sabedor del potencial de Osobor para finalizar cerca de canasta.

EL MEJOR PAGADO

El pasado mes de mayo saltó la noticia de su fichaje por los Huskies, convirtiéndose así en el mejor pagado de la historia de la NCAA a razón de unos 2 millones de dólares por su último curso.

Tras varias semanas en las que estuvo visitando diferentes universidades, el navarro acotó su decisión a tres: Washington, Louisville y Texas Tech, tres de las mejores programas del país. Finalmente se decidió por seguir al propio Danny Sprinkle, a quien también acompañó en Utah en su primera etapa al otro lado del Atlántico.