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AMAYA SPORT SAN ANTONIO Ristanovic (p), ArkaitzVargas, Gedeón Guardiola (3), Eloy (1), Crowley (1), Alberto Aguirrezabalaga (2), Niko Mindegia (3), Víctor Álvarez(1), Borragán (1), Rasic (1p), Sevaljevic (7,2p), Lucau (ps) y Meoki (5).
BARCELONA Sjostrand (p), Iker Romero (3), Juanín García (4,2p), Entrerríos (3), Sorhaindo (2), Noddesbo (1), Ugalde (2), Rocas (2), Igropulo (4), Rutenka (5), Jermenyr, Saubich y Ruiz.
Marcador cada cinco minutos 2-2, 4-5, 7-8, 10-10, 13-13 y 16-15 (descanso); 17-17, 20-19, 21-20, 22-24, 24-25 y 25-26.
Árbitros Ríos Martín (Madrid) y García Mosquera (Galicia). Excluyeron dos minutos a los antonianos Gedeón y Crowley y a los visitantes Noddesbo, Ogropulo, Jermenyr y Romero.
Estadio Partido adelantado de la sexta jornada de la Liga Asobal celebrado en el pabellón universitario de Navarra ante unos 1.500 espectadores..
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pamplona. Hace dos años, la última vez que el San Antonio venció al Barça, un joven de Doneztebe llamado Niko Mindegia salió a la cancha para revolucionar el partido y dar los dos puntos a un equipo aún plagado de estrellas de talla mundial. Ayer otro chico del mismo pueblo y del mismo año -1988-, Ibai Meoki, íntimo amigo del primero, estuvo a punto de armar el taco ante un Barcelona que, al menos a nivel presupuestario, hoy por hoy está a años luz del San Antonio. Un genial Ibai Meoki, su colega de toda la vida, un providencial Herdeiro Lucau en portería, el enorme Gedeón Guadiola y, en general, toda la muchachada del San Antonio puso contra las cuerdas al poderoso Barcelona y a punto estuvo de reventarle la temporada al Barça.
Lamentablemente, en el minuto 59 y con tablas en el marcador, la pareja arbitral no permitió que el último lanzamiento del San Antonio, que Crowley envió al fondo de las mallas, subiera al marcador. El Barcelona apuró su última opción, Rocas acertó y el Amaya Sport acabó mordiendo el polvo. Los jugadores antonianos terminaron desfallecidos, maldiciendo su mala suerte en ese último minuto y la interpretación de una pareja arbitral que vio el pie de Crowley sobre la línea de seis metros, pero no vio a dos defensores por delante suyo. Nadar para morir en la orilla, pensarían. Sin embargo, el partido del Amaya Sport San Antonio ayer merece ser valorado muy por encima del rédito que ofreció finalmente.
Y es que muy pocos, por no decir nadie, hablaba antes del inicio del choque de tumbar al Barcelona. Se hablaba de aguantar hasta que fuese posible, de caer con dignidad. Pero los jugadores navarros vieron que los Igropulo, Romero, Rutenka y compañía no les terminaban de noquear y se fueron creciendo. Acabaron a un nivel enorme. El equipo catalán, muy flojo ayer, apenas se mostró superior durante los primeros compases de partido. Con la arenga del nada que perder bien metida en el disco duro, el San Antonio salió dispuesto a luchar hasta donde aguantasen las fuerzas y el marcador empezase a resquebrajarse.
Hubo un primer amago en el minuto 11 de partido, con las bestia que Rutenka lleva dentro libre por el Universitario y el Barcelona amenazando con poner tres goles de por medio (min 11, 5-7; min 13, 8-10). Pero Arkaitz Vargas y Gedeón Guardiola lograron que los cimientos de la defensa antoniana no se agrietasen y el San Antonio siguió en el partido. Fue entonces, en el momento en el que el San Antonio empezó a ver que no era tan fiero el león como lo pintaban, cuando el equipo navarro empezó a desmelenarse.
por delante al descanso El San Antonio, muy metido en el partido, se empeñó en no pasar ninguna al Barcelona. Cada balón perdido por los catalanes -hasta cuatro en los primeros veinte minutos- acababa en sus propias redes gracias a las contras protagonizadas por Alberto Aguirrezabalaga y un Gedeón Guardiola que estaba a todo. En ataque posicional, el lateral montenegrino Vasko Sevaljevic era el hombre fuerte. Si encontraba hueco, fusilaba; si no lo hacía, se partía la cara hasta que le pitasen falta. El partido era un choque de tú a tú. En el minuto 24 Ibai Meoki puso por delante a los antonianos (13-12) por primera vez en todo el partido, lo imposible comenzó a no serlo tanto. Menos aún cuando el propio Meoki permitía a los antonianos irse con ventaja al descanso (16-15).
Tras el paso por el túnel de vestuarios, el encuentro siguió por los mismo derroteros, hasta que Juanto Apezetxea sacó un comodín de la manga, el meta Herdeiro Lucau. El portero sueco salió a la cancha y aguantó cinco minutos con la portería a cero. El San Antonio lo aprovechó para ponerse con doble ventaja por primera vez en todo el choque (min 41, 21-19). La victoria estaba ya lejos de ser una quimera. El Barcelona forzó las maquinas. Iker Romero sacó su casta, Ugalde afinó el objetivo y Sjostrand se salió bajo palos.
El Barcelona volvió a tomar el mando del partido gracias sobre todo a su seguridad bajo los tres palos (min 50, 22-24). Entonces apareció de nuevo el enorme empuje de Vasko Sevaljevic. A falta de tres minutos el resultado era de 25-25. Y con el mismo resultado se llegó a ese fatídico minuto 59. Fue entonces cuando la lógica se acabó imponiendo al alarde de los navarros. Una pena de final para un guión tan bonito.