Tiene sólo 20 años, pero dice estar preparado ya para la “aventura”. Así es como califica Oier Lezaun Eugui su marcha a Italia, a la Serie A –la máxima categoría–, donde jugará en el Polisportiva Cingoli. Su objetivo es aprender, seguir creciendo como jugador y exponer su valía en un deporte que ha vivido desde la cuna. En la maleta se llevará todas las experiencias acumuladas en el que ha sido su club de toda la vida, el BM Uharte, donde las últimas cinco temporadas ha jugado en el Primera Nacional –la tercera competición estatal–. El salto es grande, pero no le asusta. “Voy a aprender y a demostrar que, aunque haya jugado en otra categoría, valgo para esto. No tengo miedo, pero sí que es verdad que voy con los pies en el suelo”, confiesa con asombrosa madurez.
Lezaun es primera línea. Domina el lateral izquierdo, pero se mueve sin problemas por el derecho y por el central. Y su efectividad es incuestionable. Con 158 goles ha sido el máximo anotador de su equipo este curso y cierra su etapa en la entidad con 509 dianas en 105 partidos. Estos números no han pasado desapercibidos en otros lares. Pero, ¿cómo acaba un chaval de Burlada, muy de Burlada como él mismo se define, fichando por la elite italiana de balonmano? Así lo cuenta: “Este año ha sido el boom. Empecé la temporada a un nivel muy bueno y poco a poco he ido para arriba. En mayo me empezaron a llegar ofertas de España, de equipos de mi categoría, alguno de Plata y según me dijo el representante, de la Segunda italiana. Lo primero que pensé es que estaba haciendo un buen trabajo, ya que se fijaban en mí. Después llegó el equipo de Mateo Garralda y me propuso ir una semana allí para hacerme una prueba. Y eso hice”.
Ese equipo es el Albatro Siracusa. El ilustre burladés ocupa su banquillo desde 2023. Oier Lezaun dejó muy buenas sensaciones y, de hecho, le ofrecieron un contrato de cuatro años. Pero esa semana que estuvo en Italia –hace menos de un mes– dio para mucho más. Otros clubes mostraron su interés por el navarro, entre ellos el Cingoli, y finalmente se decantó por este. “El proyecto joven que tenía me gustó. Me ofrecía además una temporada más otra opcional y prefiero empezar por ahí. Paso a paso. Mateo lo entendió perfectamente. Además, yo soy un chico de pueblo y la ciudad a la que voy no es muy grande”, apunta.
El apoyo familiar
Cingoli, asentada en una zona montañosa, se encuentra al este de Italia. En la provincia de Macerata, en el región de las Marcas, y cuenta con una población de unos 10.600 habitantes. Menos que Burlada. Allí es donde, a sus 20 años, Oier vivirá su primera experiencia fuera de casa. “Voy a mejorar en todos los aspectos. Deportivo y personal, aunque ya se acabó el tener la ayuda de la ama y del aita... Ahí tendré que apañármelas. Cualquier duda, ya les llamaré”, comenta entre risas.
“Voy a mejorar en todos los aspectos. Deportivo y personal, aunque ya se acabó el tener la ayuda de la ama y el aita”
Su padre, Óscar, fue precisamente el entrenador que le abrió las puertas del Primera Nacional siendo juvenil de primer año. Venía golpeando con fuerza. Tanto él como su tío Patxi –todo un referente del balonmano navarro que fue segundo entrenador en aquel Portland San Antonio de ensueño– han sabido arroparle bien en sus decisiones. “Siempre me han dado buenos consejos”, asegura. “Al principio, cuando ya estaba en el Primera Nacional, me costó mucho. No me salían las cosas. Pero poco a poco fui adaptándome. Al retirarse mi padre de entrenar, se lo agradecí. Aprendí mucho con él. Incluso, a tener la cabeza fría”, explica.
Posteriormente, con Ion Etxeberria en el banquillo, Oier Lezaun ha continuado su progresión imparable. Su próxima estación será Italia. Además de él, su compañero hasta ahora Unai Galán también dará el salto, en su caso a la Liga Asobal, de la mano del Logroño La Rioja.
Son dos de las perlas de un BM Uharte que ha despedido este año a jugadores emblemáticos como Diego Pandilla, Mikel Etxeberria o Saúl Elizondo. “En el club les da pena que nos vayamos tantos, pero no pueden estar más contentos de que sus jugadores vayan saliendo”, reconoce el primera línea navarro. “Yo, ante todo, me llevo muchos amigos del Uharte”.
Auge del balonmano navarro
Oier Lezaun es, además, la prueba de que en Navarra, pese a ser una región pequeña, se están haciendo muy bien las cosas a nivel de balonmano. El jugador burladés –que en su día dejó el fútbol por el 40x20– pertenece a una generación potente en la que hay nombres como los internacionales Josu Arzoz o Xavi González. A este último el primera línea navarro lo considera “el mejor jugador de mi edad no sólo de Europa, sino del mundo”. Así se lo comentaba él mismo al que es su amigo. “Ya le decía. No hay nadie mejor ahora mismo en tu posición y con tu edad. Él me lo negaba. Pero yo lo tengo claro”.
EL PROTAGONISTA
-Lugar y fecha de nacimiento. Pamplona, 26/08/2004. Vive en Burlada y se siente muy de Burlada.
-Demarcación y altura. Primera línea. Juega más en el lateral izquierdo, pero también se desenvuelve en el derecho y en el central. 1,88 m.
-Trayectoria. Empezó a jugar al balonmano con 4 o 5 años. Se ha formado en el BM Uharte. Llegó al Primera Nacional siendo juvenil y, después de cinco temporadas en el tercer peldaño de este deporte, el próximo curso dará al salto al Polisportiva Cingoli de la Serie A italiana, la máxima categoría. También ha jugado con la camiseta de la selección navarra. En Cantabria, siendo cadete, se proclamó subcampeón del CESA.
-Estudios. Cursó hasta 4º de la ESO en la ikastola Paz de Ziganda. Posteriormente ha completado un Grado Medio de Deporte.
-Familia. Es hijo de Óscar Lezaun, exjugador de balonmano –estuvo en Anaitasuna– y exentrenador del Uharte, y de Cristina Eugui. Su tío es Patxi Lezaun, en su día segundo entrenador del Portland San Antonio.
Ahora es él que se une a una diáspora de jugadores que llevan el nombre de su tierra por otros lugares como Sergey (SC Magdeburgo alemán), Ander Izquierdo (Benfica portugués), Eduardo Gurbindo (Besiktas turco), Iosu Goñi (Chambery francés), Lysa Tchaptchet (Odense danés) o Niko Mindegia (Toulouse galo). Sólo queda desearle la mejor de las suertes en esta aventura italiana.