Anaitasuna consiguió este sábado un punto en Oviedo que, en cualquier otro escenario, resultaría hasta positivo, puesto que en esto del deporte se trata de sumar. Sin embargo, el 27-27 obtenido en la capital asturiana tuvo más bien un sabor amargo, ya que los navarros llegaron a ir ganando por seis goles en la segunda mitad y no fueron capaces de mantener esta renta. No es de extrañar que su rival celebrase este empate –el cuarto que logra en su feudo– casi como una victoria.

CONFÍA BASE OVIEDO 27

ANAITASUNA 27


Confía Base Oviedo (12+15) Juan Prieto (portero), Javier Colías, Joaquín Pérez (2), Tomás Bautista, Pablo Fernández (4), David Pulgar (1), Rubén Menéndez (1), Helio Pina (1), Jorge Ureña, Gonzalo Pulgar, Mikel Galán (3), Elián Goux (12, 3p), Javier Sanz (2), Jayro Pérez (1), Emi Franceschetti y Juan Gamallo (portero).

Anaitasuna (14+13) Alin Cozmaciuc, Nikola Malivojevic, Iker Elola (6, 3p), Imanol Nuin, Xabi Istúriz (4), Andoni Beraza, Mikel Redondo (3, 1p), Unai Elizondo (1), Adrián Ortiz (1), Oleg Kisselev (1), Julen Elustondo (2), Iker Aguilera (2), Ibai Etxarte (4), Silva (3), Pablo Itoiz y Ander Martín (portero). 

Marcador cada cinco minutos 2-2, 3-4, 5-6, 8-11, 12-13, 12-14 (descanso); 12-18, 15-19, 17-22, 18-22, 22-23 y 27-27 (final).

Árbitros Abel Juncal López y Ángel Mateos Alonso (Galicia). Excluyeron a Colías, Pablo Fernández, Mikel Galán y Franceschetti por los locales; y a Beraza, Elustondo (2) y Ortiz por los visitantes.

Pabellón Vallobin.

El equipo de Nacho Moyano acabó por diluirse ante un Oviedo al que dominó en el marcador, obteniendo diferencias sustanciales en varios lances del choque. Pero su oponente no se resignó y, ante cualquier intento de los visitantes por romper el partido, reaccionó. El conjunto de Daniel Bandrés tiró de fe y del brazo arrollador de Elián Goux, que con 12 goles –el último, el que supuso el empate al borde de la bocina– fue el máximo anotador del duelo.

En una primera parte con hasta siete exclusiones, Anaitasuna empezó atinado. Con ligeras diferencias, se hacía dueño del marcador, a pesar de la poca fortuna desde los siete metros –Silva y Redondo se estrellaron contra Juan Gamallo, que saltaba a pista para estas acciones–. Los navarros circulaban bien el balón, se mostraban atentos en defensa y Alin Cozmaciuc era un muro contra los oventenses. El rumano firmó 12 intervenciones durante el partido.

A los diez minutos, sin embargo, Anaitasuna sufría un fuerte golpe en forma de lesión. Iker Aguilera, en una acción ofensiva, caía al suelo y se dañaba la rodilla derecha, por lo que acabó abandonando la pista. Las pruebas determinarán el alcance de su lesión.

El navarro Mikel Galán, con su efectividad, igualó el choque para los asturianos mediada casi la primera mitad (5-5, m.13), pero los de Moyano, aprovechando una superioridad, abrieron diferencias. Tras un 0/3 de parcial, a Daniel Bandrés le tocaba parar el tiempo. Con todo, el equipo navarro, sustentado en Alin, puso la ventaja en cuatro goles con un tanto de Elola desde los siete metros (7-11, m.19). El Oviedo, con su defensa muy adelantada, apretó y devolvió el parcial a su rival. Los asturianos, con Juan Prieto parando en momentos clave, se pusieron a dos en el descanso (12-14).

Anaitasuna salió arrollador en la reanudación. Etxarte, Istúriz y Elola favorecían la renta máxima para su equipo (12-18, m.35). Pero el Oviedo, como había hecho con anterioridad, no dejó a su rival romper el partido. Firmó otro parcial de 3/0, obligando a Moyano a pedir tiempo muerto, lo que pareció hacer reaccionar a los navarros, que volvieron a disfrutar de una renta de seis.

Sin embargo, los pamploneses acabaron entrando en un bucle de imprecisiones y fallos en ataque. El equipo asturiano, pese al buen estado de forma de Alin, se encomendaba a Goux y a su efectividad. A los de Bandrés les empezó a salir casi todo y a Anaitasuna, que a falta de nueve minutos se quedaba huérfano en la defensa tras sufrir Kisselev un golpe en el rostro, casi nada. Ander Martín llegó a suplir al meta rumano en la portería, sin demasiada fortuna. Con los ovetenses apretando en el tramo final, Moyano optó por atacar con siete jugadores. Joaquín Pérez, tras un robo defensivo y posterior contra, igualaba a menos de dos minutos para el final (26-26). Mikel Redondo puso la esperanza con un gol desde los siete metros, pero Goux, con su gol en el último suspiro, acabó por dar un punto a un Oviedo que creyó en sí mismo.