Un camión absolutamente fuera de control ha arrasado con todo lo que se ha encontrado en su camino en un barrio residencial en las afueras de la ciudad australiana de Adelaida, aunque por suerte no se ha cobrado vidas humanas ya que nadie estaba caminando en ese momento, las 10 de la mañana, por la acera.

El vehículo, un megacamión doble articulado de 60 toneladas de peso, circulaba por una carretera con mucho tráfico y numerosas intersecciones cuando de repente se subió a la acera y sin frenar su marcha comenzó a llevarse por delante farolas, árboles y lo que se le ponía por delante. Aunque retornó a la carretera, volvió poco después a la acera, destrozando una marquesina y verjas y muros de las casas que bordeaban la carretera, hasta detenerse milagrosamente a centímetros de una vivienda.

Al parecer el conductor, de 31 años, sufrió un desmayo sobre el volante, con lo que no se enteró de lo que sucedió. A pesar de la fuerza de los sucesivos impactos y de que la luna delantera quedó destrozada, sólo terminó con un poco de sangre en la cara y fue trasladado al hospital.

Las imágenes, grabadas por la cámara trasera de un coche que en ese momento adelantaba al megacamión, las difundió la televisión australiana 9News Adelaide y se han hecho rápidamente virales. Además, han servido para reabrir un debate sobre la seguridad de unas ciudades en las que conviven peatones y coches con esos enormes camiones que circulan a gran velocidad.