Síguenos en redes sociales:

Por qué te llega ese repentino e intenso dolor de cabeza al comer helado y cómo evitarlo

Es una reacción que sufren muchas personas y existen trucos para evitarla

Por qué te llega ese repentino e intenso dolor de cabeza al comer helado y cómo evitarloIntragram (@davidcallejo10)

Con este mes de agosto tan caluroso a quién no le apetece un helado que ayude a refrescarse un poco. Pero hay personas a las que comerse uno o tomarse un granizado les produce un dolor muy intenso aunque afortunadamente poco duradero. No le pasa a todo el mundo, pero sí a más personas de las que creemos. Y tiene su explicación, como asegura en su cuenta de Instagram el médico anestesista, profesor y divulgador David Callejo, que cuenta con casi medio millón de seguidores en esa red social.

Explicación científica

“¿Os ha pasado estar tomando un helado y sentir que se te congela el cerebro? Pues que sepáis que es algo frecuente”, afirma, y pasa a explicar por qué sucede. “Al tomar un helado, el frío causa una vasoconstricción de los vasos sanguíneos del paladar y la cabeza. Los vasos sanguíneos se van a hacer más pequeños y va a llegar menos sangre a esa zona”, comienza.

A partir de ese momento sucede la reacción que va a causar ese dolor. “Pero es que en la cabeza está el cerebro, que es muy dramático y siempre quiere sangre. Y para compensar, va a activar reflejos que generan una vasodilatación: va a hacer grandes los vasos sanguíneos y llegará mucha sangre de golpe en la cabeza. Y este aumento de sangre causa esa sensación de dolor de cabeza o de cerebro congelado”.

Personas más afectadas y trucos

Por suerte no es algo que se alargue en el tiempo, sino que hay que saber soportarlo durante sólo unos instantes, aunque se hacen eternos. “El dolor aparece en segundos y por suerte se va en un minuto sin ninguna secuela”, tranquiliza Callejo, que afirma que este fenómeno tan molesto “es más típico de adolescentes y personas que han tenido migraña en algún momento de su vida”.

Más allá de la explicación científica, lo más práctico de su post es que da unas indicaciones para poder evitar que surja ese dolor, recurriendo, como pasa en tantas ocasiones, a remedios que utilizaban las abuelas y que suelen funcionar. “El truco para evitarlo es ir poquito a poco con los helados y granizados, y calentarlos antes con la lengua. Si es que vuestra abuela tenía razón, como tantas otras veces...”, finaliza el médico.

Por lo que se puede leer en los múltiples comentarios que ha generado la publicación, numerosas personas sufren este problema al comer helados y granizados, y muchas de ellas sin ser adolescentes ni haber padecido migrañas. Alguna añade otro truco más: tocarse el paladar con la lengua. Y aseguran que surte efecto.