Las redes sociales magnifican todo lo que sucede en el mundo y en ellas nos enteramos de muchos casos en los que trabajadores o trabajadoras son despedidos (saltándose la legalidad) por no poder acudir a su puesto de trabajo por estar enfermos o por tener que ir a urgencias porque se encuentran muy mal. Jefes y jefas sin escrúpulos, compasión o empatía que no se ponen en la piel del empleado y que sólo miran por su negocio.

Pero por supuesto que también hay jefes comprensivos y que tratan a sus empleados con cariño, tratando de que estén a gusto en la empresa, conscientes de que eso beneficiará a todos, y siendo conscientes de que las personas tienen sus problemas y necesidades.

Desmayos y ataque de pánico

Es lo que ha contado una usuaria de X, llamada Valentina, en su cuenta (@valujiji), que ha relatado lo que le pasó en su puesto de trabajo y cómo reaccionó su superior al enterarse de lo sucedido. “Hoy me desmayé dos veces y tuve un ataque de pánico en la ofi. Tuve que ir a casa a por el ansiolítico”, escribe, evidenciando que vivió una situación complicada que a nadie le resulta agradable, y menos en plena jornada laboral.

Y a continuación incluye una captura de WhatsApp. “Lo que me manda mi jefe”, avanza antes de ese fragmento de conversación adjunto. No sería novedad que su superior le hubiera puesto problemas, viendo los casos que se ven habitualmente, pero fue justo lo contrario.

El mensaje del jefe

“Sí, es lo que tenés que hacer, Valentina. Descartar cualquier otra cosa, en guardia, y después con un médico clínico”, le dice. “No hay nada que tengas que disculpar. Espero que nuestra compañía te haya hecho sentir cuidada. Mañana hablamos", prosigue. Y termina con una interesante y necesaria reflexión: “En estos momentos no hay más importante que uno mismo. Pase lo que haya pasado las cosas pasan y no son para siempre".

Parte de la conversación. X (@valujiji)

Es decir, le pide que se centre en su salud y que se olvide del trabajo hasta que no se encuentre en perfectas condiciones para volver, que es lo que debería suceder siempre pero que a veces no pasa. Algo que agradece enormemente Valentina en otro mensaje. “No te das una idea de lo culpable que me sentí y por eso pedí disculpas. Tuve mucha suerte y estoy muy agradecida también con las compañeras que me tocó, que me ayudaron enseguida", escribe la trabajadora.