pamplona. Tal día como hoy, pero hace 15 años. Era 23 de julio de 1995 cuando Miguel Induráin logró subirse por quinto año consecutivo a lo más alto del podio en París. Marcó un hito, era el primer ciclista capaz de ganar cinco ediciones consecutivas, registro ya superado por los siete que ha conseguido el estadounidense Lance Armstrong.

Era su quinto maillot amarillo en la ronda gala y fue, sin lugar a dudas, el mejor Tour del navarro. En aquella ocasión le acompañó en el podio Alex Zulle (ONCE) y Bjarne Riis (Gewiss), a los que distanció en 4:35 y 6:47 minutos respectivamente. Precisamente sería el ciclista danés quien le arrebataría al año siguiente su sexto Tour, el que llegó a Pamplona.

En ese Tour de 1995, en el que falleció Fabio Casartelli, Induráin se impuso en las dos etapas contrarreloj. Tras la primera de ellas, en la 8ª etapa (un día después de escaparse con Johan Bruyneel camino a Lieja), cogió el maillot amarillo y ya no lo soltó hasta París.

Casi 15 años después, el ciclista navarro, junto con su hijo Miguel y el que fuera su compañero en el Reynolds, Ángel Arroyo, se reencontraron con el Tourmalet. Los tres rodaron por el mítico puerto el miércoles, un día antes de que el pelotón terminara la etapa en su cima.

Ayer, además, el de Villava quiso estar en la línea de meta para felicitar al actual líder del Tour, Alberto Contador. El de Pinto, que se mantuvo a rueda de Schleck y conservó el maillot amarillo, se encontró en lo alto con Miguel Induráin, quien quiso dedicar unas palabras a quien, si no sucede nada extraño, volverá a vestirse de amarillo por tercer año en París -tras 2007 y 2009-.