pamplona

Tras 18 años sin dejarse ver por Navarra, la Vuelta volvió a asomarse a Pamplona con una buena afluencia de aficionados y una capital navarra vestida de gala para la ocasión.

Desde el año 1994 la ronda ciclista española por excelencia no había hecho acto de presencia en la Comunidad Foral. En aquella edición, un fuerte diluvio fue protagonista de la etapa Zaragoza-Pamplona celebrada en mayo y que se adjudicó el francés Laurent Jalabert.

En esta ocasión, el tiempo de Pamplona se pasó al otro extremo y la ciudad se convirtió en una caldera con temperaturas superiores a los 40 grados en el inicio de la etapa. Probablemente, por ello, pocos aficionados se atrevieron a soportar el tremendo calor en la descubierta plaza del Castillo y apostaron por disfrutar del paso de los corredores en las zonas más sombrías de las calles del centro de la ciudad.

Tras dejar la zona céntrica, los corredores enfilaron por la avenida del Ejército hasta llegar al cruce con Pío XII. En ese paso ya se dejaron ver algunos aficionados ondeando ikurriñas, que se entremezclaban con el color de las banderas del escudo de Navarra presentes en todo el recorrido de la etapa. Tras cruzar la avenida de Pío XII y pasar por la zona de los hospitales, Perico Delgado quiso felicitar en la retransmisión en directo de Televisión Española a la Clínica Universidad de Navarra "por su cincuenta aniversario", y de la que dijo, "es una magnífica clínica en Navarra".

La zona hospitalaria dio paso a la zona universitaria, en la que la carretera del campus de la Universidad de Navarra ofreció la imagen más verde y natural de Pamplona. Ya en la zona del Club de Tenis de Pamplona también se pudo ver a muchos aficionados congregados con banderas de muchos países y, tras cruzar los corredores la calle del Monte Monjardín, los equipos pusieron dirección a Burlada, localidad en fiestas durante estos días que se hizo notar con un gran ambiente y en la que las ikurriñas también estuvieron muy presentes.

Los corredores tomaron entonces la avenida de Villava, cuyo tramo puso en problemas al equipo estadounidense Garmin, tras sufrir varios de sus corredores una caída en la zona de los concesionarios. Rápidamente se dejaron ver varios miembros de la Policía Foral y algunos aficionados que se ofrecieron a asistir a los ciclistas del equipo estadounidense.

Llegaba el tramo final de la prueba y más costoso para los corredores: la cuesta de Santo Domingo y el recorrido del encierro. Carlos de Andrés, comentarista de Televisión Española, se deshizo en elogios hacia el público congregado en ese tramo: "¡Vaya ambientazo! Totalmente inesperado este momento". Cientos de aficionados se echaron a las calles del centro de la ciudad para animar a los equipos, siendo Caja Rural, Euskaltel y Movistar los más aclamados. El propio De Andrés se sorprendía: "Es increíble cómo vibra la gente con el Euskaltel". Además, como si de un encierro se tratase, la organización de la Vuelta cubrió la curva de Estafeta con antideslizante para evitar caídas de los ciclistas.

El recorrido del Encierro, que los equipos realizaron sobre el minuto y medio, finalizó, como no podía ser de otra forma, en la Plaza de Toros de Pamplona. "Espectacular la entrada a la Plaza con la cámara que han colocado nuestros compañeros", afirmó De Andrés. El rugir de la Plaza se hizo notar a la llegada de Contador y de los navarros del Caja Rural y Movistar. Tras finalizar la prueba, Perico Delgado concluyó: "Es una fiesta lo que se ha vivido".