PAMPLONA. La Vuelta a Pamplona llegó ayer a su fin con la disputa de la cuarta y última etapa que comenzaba en la plaza del ayuntamiento de Pamplona y terminaba en Caballo Blanco, pasando por lugares como la Ultzama, Illaregui, Ataburu e Iza. En total se recorrió una distancia de 84 kilómetros. El ganador de la etapa fue Alejandro Gómiz, del equipo Asesores de Navarra, que también se hizo con el maillot de la regularidad. Finalmente, por las diferencias de tiempos entre los corredores que se encontraban en la cabeza de la general, durante la carrera de ayer, se proclamó campeón de la 29ª edición de la Vuelta a Pamplona Francisco Galván, del equipo Huesca La Magia.

El mejor navarro de esta vuelta fue Eneko Aramendia, 12º ayer, del equipo Quesos Albéniz Burunda, que consiguió serlo gracias a su actuación en esta última etapa.

En la etapa que se disputó ayer corrieron 168 ciclistas. La salida se dio al principio de la calle Santo Domingo de manera neutralizada durante unos kilómetros y se alargó más de lo previsto por una equivocación de los coches que iban en cabeza. Una vez se solucionado todo, la carrera comenzó.

El pelotón estuvo unido durante prácticamente toda la primera mitad de la carrera, aunque hubo constantes ataques de distintos corredores que conseguían una mínima ventaja respecto al pelotón pero éste conseguía neutralizar esos segundos.

Cuando quedaban alrededor de 50 kilómetros para la llegada a meta, un grupo de cuatro corredores, entre los que se encontraba, entre otros, Mikel Arregui, del equipo Bolintxo Okindejia Ulma, estuvieron luchando en la cabeza de carrera más de 15 kilómetros, pero fueron alcanzados finalmente por un gran grupo que se habían escapado del pelotón.

Con 14 ciclistas en cabeza, entre los que se encontraba Alejandro Gómiz, del equipo Asesores de Navarra y ganador de la última etapa, y el pelotón muy estirado desde la cabeza hasta la cola, los de adelante fueron ampliando su ventaja respecto al pelotón sin llegar a superar los 30 segundos de diferencia.

A falta de 24 kilómetros para llegar al Caballo Blanco, un corredor se sumó a los 14 que estaban en la cabeza, y el grupo siguió tirando consiguiendo ampliar su ventaja y sacar 45 segundos al pelotón.

Con la cabeza de carrera a un ritmo frenético, y a menos de 10 kilómetros consiguieron superar el minuto de ventaja con los demás corredores, creando así un grupo que sería el que se jugaría la etapa en la subida al Portal de Francia.

A pocos metros de la meta y con la pendiente más dura de toda la etapa, Alejandro Gómiz consiguió colocarse en la parte más delantera del grupo de cabeza y pasar por la meta en primera posición, consiguiendo así una etapa y el maillot de la regularidad.

Con esta cuarta etapa llega a su fin la 29ª edición de la Vuelta a Pamplona, que comenzó el pasado martes 5 y acabó ayer donde empezó, en el centro de la ciudad que da nombre a la vuelta.