Enric Mas (Movistar) es “optimista” para conseguir este domingo en la crono de Madrid limar los nueve segundos que le saca el australiano Ben O’Connor y acabar segundo en la clasificación general.

“Hay que ser optimistas, hay que irse a dormir pensando en eso, en que la crono va a ser super. Salimos y llegamos en casa, nunca mejor dicho, y con la fuerza de todos y del presi seguro que irá todo bien”, apuntó. “Es verdad que el podio es algo bonito y esperemos quitar los 9 segundos y subir otra posición, pero bueno veníamos a ganar. No se cuanto me saca ahora Roglic, son más de dos minutos y son muy difíciles de recortar”, añadió.

El balear dijo, tras no poder asaltar el puesto de O’Connor que “es lo que hay, no podemos pedir más”. “Se ha ido muy rápido toda la etapa y es verdad que nos hubiese gustado meter un poco más de tiempo a O’Connor. No ha sido posible, también se nos ha escapado la etapa y nada, no estoy contento del todo, la verdad”.

Mas echó en falta cierta ayuda de Richard Carapaz: “No nos hemos entendido, creía que Richard iba a colaborar un poquito más. Tampoco me podía tirar yo porque Richard tampoco está tan lejos”.

Así las cosas, cree que “simplemente hay que aceptar la realidad y esperemos que mañana hagamos una supercrono”.

Primoz Roglic (Red Bull-Bora-Hansgrohe), maillot rojo de la Vuelta, aún no se considera ganador de la 79 edición a pesar de aventajar a sus rivales a partir de 2 minutos, por lo que asegura que este domingo con la crono de Madrid “será el día de la general”.

“Estoy un día más cerca, pero voy en la dirección correcta. Mañana (por hoy) es el verdadero día de la clasificación general. Siempre digo que no soy un especialista en contrarreloj. Sólo tengo que darlo todo en la carretera”, dijo Roglic en la meta de Picón Blanco.

Mikel Landa (T-Rex Quick Step), por su parte, explicó que él y su equipo intentaron “seleccionar la carrera y dejar por delante al grupo de los mejores”, pero reconoció que “era muy difícil sorprender” para ganar la etapa. “Hemos querido seleccionar la carrera para que se quedasen por delante los mejores de la general pero era difícil sorprender”, asumió. “Era la última oportunidad de la carrera, pero me la he tenido que jugar con los mejores y es difícil”, apuntó, entendiendo que como sus rivales “estaban todos en un pañuelo” en la pelea por las plazas de podio, “era difícil sorprender”.