Cuando el pelotón dejó ganar al peligroso Ben O’Connor en la sexta etapa de la Vuelta con una ventaja de 6:31, todos los codazos fueron para el Red Bull-Bora de Primoz Roglic: “¿No es el gran favorito? Pues que tire su equipo...”. La clásica guerra de nervios y de ahorrar fuerzas tan típica en las etapas de las grandes rondas.

Pero acaba la Vuelta y el esloveno gana la general con una ventaja de 2:36 sobre el australiano, por lo que los grandes perjudicados por lo que ocurrió aquel día son Enric Mas (Movistar), que se queda 3º a solo 37 segundos del 2º puesto; y Richard Carapaz (Education First) –quizás el principal perjudicado–, que termina 4º y se queda a solo 1:26 del podio de una gran vuelta, con lo que luce eso en un palmarés... La moraleja nos parece evidente: aunque los demás se beneficien de tu trabajo, a veces no hay otra que agachar la cabeza y tirar. Para no lamentarlo después.