Esto es cerca y esto es lejos. El método pedagógico más renombrado de la televisión está de cumpleaños. Sesame Street lleva 40 años enseñando a millones de niños a través de su método de combinación de animación, marionetas y actores en una rápida sucesión de escenas que busca estimular la mente infantil.

Los niños de Estados Unidos vieron por primera vez aquel 10 de noviembre de 1969 el que se ha convertido en el programa educativo infantil más longevo de la historia. En las pantallas españolas se vería a estos muñecos ocho años después. En 1976 comenzó a emitirse en Televisión Española dentro del espacio Un globo, dos globos, tres globos, con un programa original en versión doblada. Habría que esperar hasta 1983 cuando se presentaron nuevos personajes como Espinete o Don Pimpón, entre otros.

Cuatro décadas más tarde son 37 temporadas en antena, 4.135 episodios y millones y millones de pequeños -y no tan pequeños- corazones conquistados.

Ningún otro programa infantil se puede jactar de haber sido emitido en más de 120 países, con más de una veintena de producciones locales para adaptar el formato y personajes a las idiosincrasias regionales. Gracias a lo cual, Sesame Street se convirtió en Barrio Sésamo para los millones de niños españoles que crecieron desde la década de los 70 viendo el programa, mientras que para sus coetáneos suramericanos era Plaza Sésamo. Además de Sesamstraat para Holanda 5, Rue Sésame para Francia, Rehov SumSum para Israel y Ulitsa Sezam para Rusia, entre otras muchas otras versiones.

Actualmente, Televisión Española da continuidad al proyecto educativo con la emisión de Juega conmigo, Sésamo, un nuevo formato con los mismos contenidos didácticos originales pero actualizados y adaptados a los nuevos tiempos. Aunque los mensajes iniciales de tolerancia e igualdad, han incorporado ideas más modernas. Hoy en día los personajes televisivos hablan con facilidad de cómo las ciudades necesitan espacios verdes, y de los beneficios de comer tofu o de practicar yoga, incluso se atreven con otros temas más arduos como la última crisis económica y financiera.

Cuando Jim Henson, genio de las marionetas, falleció en 1990 a consecuencia de una neumonía ya se pudo percatar de cómo sus criaturas se habían transformado en el icono infantil de varias generaciones. Ha de incidirse en la idea de que tan importante como él fue Joan Ganz Cooney, que fundó junto a Ralph Rogers la productora que todavía gestiona el programa: Sesame Workshop. Suya fue la idea original, desarrollada para dar cabida a las marionetas.

Aunque ahora ya el Monstruo de las galletas se alimenta de zanahorias y Epi y Blas ya no frecuentan aquella dialéctica feroz en los Estudios Kaufman, un ejército de teleñecos, cómicos, escritores, realizadores, compositores y psicopedagogos se siguen reuniendo cada mañana para rodar. En Nueva York, donde se graba el espacio, se declaró el 10 de noviembre como el Día de Barrio Sésamo y, además, se nombró temporalmente el tramo de la calle 64 a su paso por Broadway, como la calle Sesame Street.

Con el de hoy serán ya 4.187 programas, y se inicia de la temporada número 40 en la que aparecerán personajes famosos de la talla del jugador de baloncesto Kobe Bryant, los actores Jake y Maggie Gyllenhaal, Cameron Diaz, Hugh Jackman, Debra Messing, Eva Longoria, Sarah Jessica Parker, Adam Sandler o Matthew Fox, entre otros. Como comienzo ayer acudió la primera dama de EEUU, Michelle Obama.

"El equipo creativo del programa se mantiene siempre fiel a nuestra misión y se asegura que el espacio trate las necesidades a las que se enfrentan los niños hoy en día", aseguró recientemente Ganz Cooney, quien explicó que "hace 40 años se consideraba radical el uso de la televisión para educar a los más pequeños".

Barrio Sésamo surgió a raíz de una observación de la periodista de televisión Joan Ganz Cooney y su colega Lloyd Morrison quienes constataron, a mediados de los 60, que los niños estadounidenses pasaban hasta 50 horas a la semana frente a un televisor que, salvo algunos dibujos animados, tenía poco que aportar en la educación del público infantil.

A partir de ahí se decidió aprovechar esa situación para poner en marcha una iniciativa destinada a mejorar la educación del público infanti con recursos más escasos, apartados o menos privilegiados en un sistema con excesivas desigualdades.

Si bien los estudios demuestran que la meta sólo ha sido alcanzada a medias, ya que la mayoría de los telespectadores del programa pertenecen a familias de un nivel cultural más elevado.

Sin embargo, el esfuerzo no ha pasado desapercibido y le ha dado a la iniciativa el récord de 118 Emmys, los galardones más prestigiosos de la televisión.

Aún así el objetivo todavía se mantiene vivo. En la era de los canales temáticos con programaciones de dibujos animados initerrumpidas las 24 horas del día, sorprende que un espacio tan clásico siga manteniéndose en la cima del éxito. A pesar de que el público infantil de hace 40 años tuviese pocos parecidos respecto al actual, Barrio Sésamo sigue siendo el barrio preferido para millones de niños.