Bilbao- Olga Zabalgogeaskoa está disfrutando de esta nueva etapa en su vida laboral, después de años y años en la redacción de informativos de Euskal Telebista, ahora se ve en el papel de presentadora de Todos los apellidos vascos. Se están grabando nuevos programas y con invitados muy especiales. Algunos sorprenderán a los espectadores, como Esperanza Aguirre que acabará cantando en euskera y que recordará los largos veranos que vivió en Donostia hasta que cumplió los 18 años.

¿Segunda parte o continuación de ‘Todos los apellidos vascos’?

Segunda parte y continuación. Hemos evolucionado todo el equipo que hacemos este programa, al principio nos pilló de nuevo. Cada capítulo marca mucho, son perfiles de personas que no tienen nada que ver unos con otros.

¿Seguirá siendo gente famosa y conocida?

La percha es coger a alguien que los espectadores reconozcan, así dejamos libre esa parte de dar explicaciones sobre quién es el invitado.

¿Con quién se va a encontrar el espectador en esta nueva tanda? ¿Habrá muchas sorpresas?

Alguna que otra. Ya están grabados ocho o nueve capítulos y nos vamos a encontrar con Esperanza Aguirre, Boris Izaguirre, Juan Mari Atutxa, Clemente, Juanma López Iturriaga, Mariló Montero, Willy Toledo?

A pesar del apellido Aguirre, ¿qué tiene que ver Esperanza Aguirre con Euskadi?

Es Aguirre, apellido vasco, y luego es Etxeberria por parte de abuela con todo el tronco de apellidos en Gipuzkoa. Durante sus dieciocho primeros años de vida, pasaba de junio a octubre en Donostia?

¡Quién lo diría!

Sus recuerdos tienen mucho que ver con Donostia?

Hemos oído de ella declaraciones políticas propias de ‘El club de la comedia’. ¿Es así en la vida real?

Digamos que fue una entrevista en la que todos íbamos condicionados por esa carga política que tiene, por esa imagen tan impactante. Te voy a decir que empezó la cosa suave, suave y termina cantando en euskera.

Boris Izaguirre siempre ha dicho que su origen más cercano a su apellido estaba en Canarias.

Sí, puede estar en lo cierto. Hay un Izaguirre que salió hace trescientos años de Gipuzkoa y por ahí van los tiros.

Él siempre ha dicho que el primer Izaguirre que relaciona con su apellido era obispo.

Ja, ja, ja? No voy a revelar más porque espero que se vea el programa.

Clemente ha tenido que ser la revolución y además tiene un carácter? peculiar.

Cada persona es un mundo. Javier decía: Y los apellidos, ¿qué importan los apellidos? Luego, todo el mundo tiene su corazoncito y a todo el mundo le toca la fibra cuando tocas a los de su sangre y a los de su casa. Podemos ver ratos tiernos, incluso de Javier Clemente.

‘Todos los apellidos vascos’ más allá de las fronteras de Euskadi.

Es la diáspora, ya lo vimos en la primera parte con el expresidente de Uruguay José Mujika, en su caso se fueron sus bisabuelos, y no volvieron; otros han ido y han vuelto. Los exilios políticos y económicos se han dado a lo largo de los siglos, hoy también y hay muchos apellidos vascos repartidos por el mundo.

¿Se imaginaba trabajando como presentadora de un programa?

Si algo he pensado, y sigo pensando, es que como periodista no soy la protagonista de la noticia; es más, he hecho esfuerzos para no aparecer nunca. Ahora de repente me veo expuesta?

¿No le gusta?

Creo que me estoy reconciliando conmigo misma por esa sobre exposición, que también tiene su parte negativa.

¿Qué parte ve negativa?

Que todo el mundo puede juzgarte más de la cuenta, pero es un peaje que debes pagar cuando acompañas a estas personas que se abren ante los espectadores de una forma tan generosa.

¿Incordia la cámara?

No, me olvido de ella, estoy hablando con una persona y pienso que cada uno de nuestros invitados muestra una gran generosidad ya que estamos hablando de un entorno familiar y que cuentan cosas de las que normalmente nunca hablan. Te olvidas de las cámaras, charlamos, les miras a los ojos y empezamos a hablar.

¿Esta ha sido su primera oportunidad de presentar un programa después de tantos años en ETB?

Siempre he estado en la redacción de informativos, principalmente en Sociedad y Cultura. Fue la productora la que me propuso. Fíjate si me extrañó que pensé que era una broma.

¿Cuándo dejó de tener dudas?

Cuando me dijeron que tenía que presentarme a un casting y estudiar un guion. Nunca había estado haciendo unas pruebas, nunca me había estudiado un guion, lo único que había tenido en mis manos en el trabajo era un folio en blanco para enfrentarme a mi noticia del día. A partir de ahí fue cuando se abrió un mundo diferente para mí.

¿A gusto?

Sí, es un registro totalmente diferente al que he estado durante muchos años y al que volveré cuando termine este proyecto. Estoy encantada.

¿Podría elegir ahora, informativos o un presentar un programa?

Es que son tan diferentes. Me gustan los informativos, la información, el periodismo en general. Lo que no me gusta del trabajo en informativos es la inmediatez, la prisa, eso me vuelve loca, no tienes tiempo para reflexionar.

¿Ahora puede reflexionar?

A pesar de que siempre andamos corriendo, y que en televisión los tiempos no son para mañana, siempre son para ayer, sí que te da tiempo a trabajar con otros ritmos y puedes reflexionar. Lo que sí te puedo decir es que es muy intenso, son ocho o nueve entrevistas en un día, pero es un rodaje, puedes parar. Lo estoy disfrutando.