Tele de pago o internet
Que se aten los machos las cadenas de televisión. Movistar viene con pasta para comprar todo lo que se mueva. La F-1, el mundial de motociclismo, Buenafuente y ahora la Champions y la Europa League o como se llame lo que antes era la copa de la UEFA. Contenidos por los que la gente está dispuesta a pagar. Un negocio seguro en un país donde el fútbol es trending topic televisivo cada vez que se echa un partido, así sea un infumable amistoso de verano. Aquí está naciendo otra manera de ver la tele puesta en marcha a golpe de talonario. Y las grandes cadenas no pueden competir contra ella con sus manera actuales. El público que compra Movistar lo hace porque cambia de teléfono -es mi caso- o por que no soporta este mundo lleno de concursos y posteriores debates. Andreu Buenafuente lo vio claro y otros muchos lo seguirán viendo. La tele convencional cabalga hacia su desmantelamiento. Y no será por que no se lo hemos venido avisando. Hay una saturación en buena parte de los espectadores que ya no aguantan más. Por si fuera poco, también están los jóvenes que ven estos contenidos como algo tan retrasado que ni los consideran. Con este panorama, cualquier idea para recuperar la audiencia esfumada será perder el tiempo. Ya no hay vuelta atrás. O se cambia radicalmente la oferta o seguirá la sangría. La primera en caer es TVE que va perdiendo un punto por año y ahora Movistar encima le quita los partidos de Champions que el año pasado le dieron una audiencia que no tenía. Pero ojo que detrás van las demás. Públicas y privadas. Todas han ido perdiendo espectadores pero ninguna lo reconoce. Unas veces lo que se produce es un trasvase: lo que una gana lo pierde la otra. Lo que hace tiempo que no ocurre es que la suma de todas dé más audiencia. Esta ya surca el universo de internet, las galaxias de Faceboock lanzados como estrellas fugaces por los rayos de Twitter.