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"Pagafantas", retrato animal de las costumbres amatorias

el director, borja cobeaga, presentó la película ayer en el ópera prima de tudelaNominado a un Oscar por su corto "Éramos pocos", con este largometraje consiguió el premio de la crítica de Málaga

"Pagafantas", retrato animal de las costumbres amatoriasFERMIN PÉREZ-NIEVAS

tudela. "La cobra: movimiento consistente en repeler un intento de beso. "Hacer una cobra" significa mover el cuello y los hombros para evitar el ataque amoroso del otro. Cada dos minutos se produce un movimiento cobra en el mundo". Bajo esta premisa, y con la constante comparación de movimientos animales (el koala, el lémur...) el realizado Borja Cobeaga se ha lanzado a dirigir su primera película, Pagafantas ("dícese del chico que se enamora de una chica que lo ve amigo y que en vez de enrollarse con ella se tiene que contentar con pagarle las fantas"), con la que presenta una comedia que consigue su objetivo: Hacer reír y pasar un buen rato.

Pagafantas, que se presentó ayer en el festival de cine Ópera Prima de Tudela, tiene un público fiel, aquel que ha seguido Vaya Semanita (cuyos dos de cuyos guionistas, Cobeaga y Daniel San José son los artífices del largometraje) y quien es seguidor del rostro del Pagafantismo: Gorka Otxoa. Además serán espectadores todos aquellos que se quieran sumergir en una comedia bien resuelta. Como explicó ayer el propio Cobeaga, "la película es como he querido que sea, con sus fallos y aciertos. Es tal cual la había imaginado y lo que más me gusta es esa sensación que me muestra parte del público de que lo ha pasado bien y mal, porque ha sufrido con el patetismo del personaje".

casi un equipo Los dos guionistas del largometraje (Cobeaga y San José) habían trabajado ya con Otxoa por lo que el realizador reconoció que "sabíamos que el pack de los tres podía tener su interés y que nos hacía ilusión", sin embargo tanto el actor como la actriz (Sabrina Garciarena que ya trabajó con Otxoa en la serie Cuestión de sexo), debieron pasar los casting, "Probamos muchos actores. Él hizo las pruebas como todos y resultó ser el mejor para el papel". Aunque la película está hecha a su medida señaló que "no teníamos obsesión con que fuera él. También Sabrina pasó sus castings y fue la mejor".

Cobeaga quiso dar ánimo a todos los pagafantas y reconoció que "se puede salir de ello", no en vano la película tiene dos finales, uno más amargo que otro, ya sea para el pagafantas principiante o para el veterano. "Es cierto que la película es bastante negativa respecto al ciclo vital del pagafantas, pero tiene algo de catárquico".

El productor del largometraje, Tomás Cimadevilla, elogió al realizador por el hecho de haber sido tan "valiente" a la hora de acometer su primer proyecto, dado que Borja Cobeaga había sido nominado al Oscar por el corto Éramos pocos. "Podía haber hecho lo que hubiera querido sólo por el hecho de haber sido nominado y se lanzó a hacer una comedia amable, sin pretensiones. Eso es acertado y valiente y no haberse plegado a lo que pedían las circunstancias o el mercado". Cobeaga explicó, por su parte, que quería acometer una comedia juvenil y era el momento para hacerlo, "no me veía a los 50 haciéndolo. Siempre he tenido una querencia por la comedia. No tenían ninguna preocupación por hacer algo transcendente que parece que es lo que pide el mercado".

El largometraje contiene varios guiños al programa de Vaya Semanita (como el nombre del barco pesquero donde se casan, Josepo) y también la constante alusión a Enrique Bumbury tiene su razón, "Buscábamos un personaje que generara amor y odio a partes iguales. Calamaro, Sabina, Melendi..., bueno en realidad Melendi no porque no gusta a nadie. Una de las cosas que más me alegran es que la película haya funcionado tan bien en Zaragoza, pese a la alusión que se hace de los maños".