madrid. Cerca de 300 escritores, actores y cineastas han firmado un manifiesto que, bajo el título Otra política y otros valores para salir de la crisis, supone, en palabras del poeta Luis García Montero, un "grito" para reclamar a la clase política que "recupere la imaginación progresista" y haga frente a la situación económica "vertebrando el tejido social y democrático" y eliminando la corrupción de los partidos. García Montero fue el maestro de ceremonias del acto de presentación del manifiesto, junto a personalidades como los actores Juan Diego Botto y Juan Diego, los cantantes Miguel Ríos y Joaquín Sabina o la escritora Almudena Grandes. Tras su lectura, Ríos y Grandes entregaron el documento a los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez.

Para los firmantes, es necesario establecer un diálogo entre las fuerzas del Trabajo y de la Cultura para clamar contra la respuesta de la política ante la crisis, "que se aparta de la realidad", ante lo que reclaman la puesta en marcha de "políticas de izquierda". "Esta crisis es sobre todo de política", aseveró García Montero. El poeta no hizo ninguna mención explícita en su discurso a las actuaciones del Gobierno de Zapatero pero sí animó a "luchar tajantemente contra la corrupción". Así, el manifiesto arremete contra los "partidos del mercado", a los que acusa de "desacreditar el ejercicio de la política".

"La política no debe confundirse con la corrupción, el sectarismo y la humillación cómplice ante los poderes económicos", prosigue el documento. Asimismo, alerta de que la respuesta a esta crisis, que considera "económica, cultural y ecosistémica", no puede afrontarse con diagnósticos "interesados en perpetuar el modelo neoliberal y sus recetas financieras". Así, una respuesta progresista a esta situación supone devolverle la autoridad a los espacios públicos y a los representantes de los ciudadanos "para que regulen en nombre del interés común las estrategias del mercado". Por ello, abogan por luchar contra las manifestaciones de la desigualdad, tanto a nivel laboral, "con salarios dignos y suficientes", como a nivel fiscal, "con reformas que garanticen la equidad, la solidaridad fiscal, sin paraísos ni privilegios para millonarios y la mayor contribución de los que más tienen".