estella-lizarra. El Centro de Estudios Tierra Estella, con el patrocinio del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Estella-Lizarra ha editado un libro del estellés Antonio Ros Zuasti en el que se repasan los orígenes de la Ciudad del Ega. La obra El nacimiento de Estella y sus castillos se incluye en la colección Montejurra de la editorial Altafalla y trata de ser "didáctico, pero a la vez es una investigación y propuesta con hipótesis sobre algunos temas", según explica su autor, Toño Ros, que añade que "la intención es que sea fácil de leer, que sea divulgativo. Por ello se han evitado por ejemplo las citas a pie de página, que le dan a las obras un carácter más científico pero que a veces despistan al lector".
Este profesor estellés, licenciado en Geografía e Historia, lleva cinco años trabajando en el libro, para lo que se ha basado en la documentación medieval de Estella, que es muy rica, "y en el trabajo de campo, ir recorriendo, pateando el terreno", relata Ros.
El historiador apunta a que en la obra "se abordan temas consolidades, como cuáles eran las murallas de Estella. Que puertas tenía, torreones, el poder defensivo de las iglesias, etc".
En el libro se aborda el estudio del denominado barrio de San Salvador del Arenal, nacido en la segunda fundación de la ciudad, en la que apareció también el barrio de San Juan o burgo del Rey. "La singularidad de Estella es que hubo dos fundaciones, la segunda para corregir que algunas de las rentas se fueran a otro monasterio, el de San Juan de la Peña, que estaba en otro reino. Estos dos nuevos barrios se adscribieron a los monasterios de Leyre e Irache".
El trabajo sobre los castillos de Estella tiene un espacio importante para el Castillo de la Cruz, donde residieron los Reyes de Navarra. "Mucha gente lo llama Zalatambor, pero no lo es. De hecho Zalatambor no era castillo, sino una fortaleza, que tiene menor categoría dentro de la jerarquía de los castillos", indica el autor.
Sobre el Castillo Real, según el investigador "era una residencia lujosa donde habitaron los Reyes. Allí se celebraron en muchas ocasiones las Cortes de Navarra".
Por eso, sobre el ahora denominado Palacio de los Reyes de Navarra, que acoge el actual Museo Gustavo de Maeztu, Toño Ros indica que "no es tal. En los años 60 se le da esa denominación por su apariencia, pero no fue un palacio real". El historiador añade que "en un principio fue una lonja con pórtico y tiendas en sus interior, un centro comercial de la Edad Media", bromea. Toño Ros apunta que "se dedicaron tales recursos a la construcción de esa lonja, con capiteles, piedra, etc, que la compró el Mariscal de Navarra y desde entonces perteneción a los mariscales, que después fue Marqués de Cortes y luego Duques de Granada de Ega. Con esta última denominación se conoció al edificio hasta el siglo XIX.
Para Toño Ros, "el papel de los castillos es fundamental. Antes de que se formara Estella probablemente encima del poblado de Lizarra hubo un castillo importante, el de Lizarrara, que aparece en la documentación medieval y que estaba en la zona del Puy. Fue un castillo muy importante, junto con los de Arróniz y Deio (Monjardín)".
En el libro también se hace referencia a las puertas de la ciudad. "Hemos encontrado un plano de la de la Gallarda, que era una puerta principal de la ciudad. Era una puerta monumental de grandes dimensiones y la derribaron cuando se hizo el cuartel.