Fecha: jueves, 8 de abril. Lugar: AKE, Txantrea. Incidencias: Hora y ¼ de duración, lleno todo el tiempo. Público preferentemente cuarentón que revivió los temas ofrecidos, premiándolos con sentidos aplausos. Como broche final, incluidos también en el homenaje, comparecieron Los Parachutes.
eN homenaje a Eduardo Saldise, castañero de día en la plaza de San Francisco -entre otras formas de buscarse la vida- y entre finales de los 80 y buena parte de los 90, rockero de noche al frente de bandas como Mal Temple, Los Jujanos o Los Mierdosos, en tributo y recuerdo de su memoria, un grupo de compañeros de acordes y fatigas organizó el pasado jueves este acto, evento al que, toda vez que también conocimos al Jujano, tuvimos a bien asistir.
La banda montada para la ocasión, integrada por legendarios de la escena musical local como Aouita, ex componente de Mala Fama -entre una interminable lista de grupos-, al bajo, Josean y Montxo, a las guitarras, y Rubén, a la batería (históricos éstos de formaciones como Tijuana in Blue en distintas épocas, Escarabajos o Kojon Prieto y Los Huajolotes -entre otras-), ofreció temas de las tres bandas con las que Eduardo compartió noches de fiesta, escenarios e ilusiones, contándose además para la llegada a buen puerto de la velada con varios vocalistas: Piluca (ex Mal Temple, Los Huajolotes y, posteriormente, en bandas como las de Amparanoia o Tonino Carotone, alternándose el micrófono la citada con Montxo durante buena parte de la noche), Jabiero Etxeberria (ex Mala Fama, Skalariak y en Vendetta a día de hoy, encargado de abrir fuego con el histórico hit Los Abuelos), Trijenio (ex La Lengua de Trapo, actualmente en Txarrena y mierdoso ocasional, con perdón, entre muchísimos más grupos, encargado de cantar, junto con Alberto, la inolvidable El Club de la Neuronas Muertas), Mikel, perteneciente a Los Jujanos, quien cantó varios temas en la recta final, entre ellos el himno Somos Los Peores, o el ya nombrado Alberto, actual frontman de Aitona Demonds. ¿Otros temas a destacar? El inmenso blues ofrecido por la torrencial Piluca, perfectamente secundada por Fermín (otrora El Hombre Invisible en Los Huajolotes), a la trompeta, y los míticos y desvergonzados Arango y Vamos todos a Mendillorri cantados por Jabiero, de Mal Temple ambos hits: célebre y ácida versión éste último del Lets spend the night together, de los Rolling, dedicado en los 90 al citado barrio, por entonces en construcción. El equivalente al Bustintxuri de nuestros días. Los temas, muy marcados por la influencia de los Stones, supuraron a borbotones rock & roll convenientemente condimentado con marcados síntomas de funk y rhythm´n blues; rock infeccioso jujano? en estado bruto -si se nos permite-, caracterizado por unas letras que, ricas en buenas vibraciones, de lo más irreverentes y mordaces, nos trasladaron por momentos a los 90. A la Calderería del Terminal y el 10 o a la Navarrería del Zuriza; ¿irónicas, las mismas? No, ácidas siempre, como el humor del TMEO, otro de los referentes de la época. Ricas en humor ácido, surrealista y corrosivo. Finalmente, tras el concierto homenaje propiamente dicho, tras una actuación en la que, a la vista de su evidente componente emocional, lo que realmente puntuó fue la presencia de compañeros y amigos de Eduardo a ambas alturas del escenario, tomaron el relevo y la alternativa los debutantes Parachutes, cuarteto que quiso sumarse a la presente ceremonia ofreciendo dos temas de Los Mierdosos, entre otras interpretaciones; estar igualmente presente en este tributo a uno de los suyos. De los nuestros. Del rock: de ese rock & roll callejero de rompe y corte de mangas -más que rasga-? y escasas pretensiones, más allá de servir de válvula de escape; allá donde esté el Jujano, si se enteró, inmensa sonrisa en ristre, seguro que disfrutó.