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Maite Ramírez expone "El espejo de Venus" en el Horno de la Ciudadela

La artista navarra plantea una reflexión en torno a la famosa obra de velázquez

Maite Ramírez expone "El espejo de Venus" en el Horno de la CiudadelaIban Aguinaga

pamplona. El espejo de Venus es el título de la muestra que el Horno de la Ciudadela acoge hasta el próximo 26 de diciembre. La firma la joven artista navarra Maite Ramírez, que concibe este proyecto como una reflexión sobre la famosa obra La Venus del Espejo, de Diego Velázquez. En ella habla del deseo, concretamente de la relación que existe entre el deseo y su objeto, entre el ojo que mira y lo visto.

Para realizar esta obra, Maite Ramírez ha trabajado con lo que ha llamado unidades mínimas de sentido (fotografías, fragmentos de objetos, pequeños dibujos...), que tienen por separado un valor semántico propio y, al formar parte de un todo, adquieren un nuevo significado de imagen cosificada. En este caso, ese nuevo significado es el de la forma de Venus, inspirada en el cuadro de Velázquez, y que se presenta como una realidad construida en la que la posición del espectador en la sala es fundamental para captar las diferentes situaciones que se reflejan.

La obra consta de tres cuerpos principales: Venus, ubicada en el centro de la sala; Eros, situado detrás de Venus; y Paisaje, colocado frente a Venus. El espacio expositivo circular en el que está instalado este proyecto lleva al visitante a poder optar entre dos recorridos, ya sea de forma circular viendo a Venus desde el Paisaje o desde Eros, ya sea interior observando desde Venus los otros dos cuerpos de la obra.

Venus es una estructura de alambre que cuelga del centro de la cúpula mediante sirgas y que se sitúa a la altura del visitante. Sobre ella se engarzan las denominadas estructuras mínimas de sentido y que en este caso representan la mano que toca y el tacto de la mano, a través de guantes de látex rosa y una red de fotos de manos.

Eros, por su parte, es una red compuesta de fotos de ojos, plantificadas y unidas entre sí por imperdibles. Se sitúan detrás de Venus y paralela a la figura, delimitando un pequeño espacio desde el que se puede observar la figura central. El Paisaje se corresponde con el cortinaje-fondo de la obra de Velázquez, hacia el que Venus se muestra y que a su vez esconde. Lo componen dos elementos paralelos (una lona impresa en blanco y negro, microperforada, que representa una pintura de un paisaje; y la suma de pequeñas unidades cromáticas de tul), entre los que se crea un espacio imposible, iluminado desde el frente, cuya luz pasa a través del tul y tiñe la lona impresa.