A Bieito Romero no se le subieron los humos cuando Luar na Lubre se convirtió en oro con discos comoPlenilunio o Cabo do mundo. Él sabía de dónde venía, lo que hacía, cómo lo hacía y a dónde quería llegar. Pasada aquella moda que tuvo al folk encumbrado durante unos años, Bieito sigue siendo el mismo tipo con el que da gusto hablar de su música, y de su tierra, que al fin al cabo casi viene a ser lo mismo. Su nuevo álbum, Solsticio, es todo un ejemplo de cómo dar una nueva vuelta de tuerca a un estilo tradicional donde los haya.
-El solsticio marca los cambios entre estaciones, ¿este disco también marca cambios importantes para Luar na Lubre?
-Nosotros entendemos este disco como un punto de inflexión en lo que es la carrera de Luar na Lubre. Viene precedido de nuestro único trabajo en directo, Ao Vivo (2009), y por lo tanto, Solsticio abre una nueva vía en nuestra forma de trabajar, ya que entramos por primera vez en la música medieval, por lo que, de alguna manera, marcamos un nuevo camino no hacia un nuevo estilo pero sí hacia otras formas de entender la música que hasta ahora no habíamos explorado, como la utilización de programaciones. Podemos decir que este álbum ha sido una especie de reinvención de Luar na Lubre después de once discos de estudio y un directo; un compacto que, de alguna manera manera, nos sirve de trampolín para afrontar la nueva etapa.
-Ese novedoso trabajo con la música medieval lo habéis afrontado de dos maneras distintas, bien respetando las composiciones originales bien adaptándolas a una interpretación más actual. ¿Qué os llevaba a tratar estas cantigas de una manera o de otra?
-Las características de cada uno de los temas, de alguna manera marcan la forma de tratarlos. En este caso escuché detenidamente las cantigas a la Virgen Santa María, compuestas por Alfonxso X, y posteriormente, una vez seleccionadas, de forma colectiva, en función de la cadencia, el cuerpo o la tímbrica, decidimos si lo íbamos a tocar como Luar na Lubre, tal y como lo hacían los trovadores o, incluso, utilizando programaciones para arreglarlos.
-Has apuntado varias veces el acercamiento a las programaciones, pero quizá la mayor sorpresa que uno se encuentra al escuchar el disco sea la guitarra eléctrica que aparece en Transmontana.
-Claro, porque la guitarra es un instrumento solista y destaca por encima de cualquier otra historia... No es el más relevante de los cambios que hemos hecho pero sí el más vistoso o el que más sobresale, ya que es un solo de guitarra con mucha fuerza y Transmontana es un tema que rompe en este sentido, ya cuenta con unos arreglos más pop o cercana a esas formaciones de folk rock escocesas o europeas. Pero, en cualquier caso, creo que hay temas mucho más transgresores, como puede ser Maravillosos et piadosos.
-Bieito Romero, y por ende Luar na Lubre, es un artista que crea sus discos sobre un concepto y los hace discurrir sobre él. En esta ocasión, ¿cuál es el concepto por el que se rige 'Solsticio'?
-En este disco confluyen varias historias... En primer lugar, solsticio es la época del año en la que el día y la noche se separan más y coincide con los cambios estacionales. Segundo, es un momento de culto importantísimo en prácticamente todas las culturas del planeta. Y, por otro lado, llevado a la actualidad, los solsticios apenas se celebran, excepto en algunas culturas, ya que la Iglesia lo que hizo fue llevar a su terreno los ritos paganos y convertir el solsticio de verano en San Juan y el solsticio de invierno en la Navidad. Con lo cual, la convivencia entre paganismo y cristianismo es lo que marca el concepto de este disco, un trabajo en el que confluye la música popular, tradicional, con raíz y corte pagano junto a ese cristianismo que influye en las cantigas medievales con una carga religiosa importantísima. Por lo tanto, podemos decir que éste es un disco de culto al sol, tanto por el lado cristiano como el lado pagano.
-¿Marcáis diferencias, de alguna manera, a la hora de interpretar un tema pagano o uno cristiano?
-El tratamiento es similar. Cada uno tiene sus creencias personales pero por encima de todo somos músicos, y valoramos la fuerza de la música tanto si viene de un lado como del otro; sí es cierto que la música medieval tenía tintes más cultos y, si queríamos respetarla, debíamos ceñirnos al guión. La música popular podemos decir que era más anárquica. De todas maneras, creo que hay una fortísima raíz gallega en todo nuestro trabajo, que es la que nos da un denominador común. n