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La identidad de la mujer musulmana y el amor verdadero compitieron el segundo día

fathima nizaruddin responde con humor a la imagen que los medios dan de las musulmanasIon de Sosa cuenta una ruptura sentimental mostrando imágenes de su vida cotidiana con y sin su pareja

La identidad de la mujer musulmana y el amor verdadero compitieron el segundo díaOSKAR MONTERO

pamplona. El Festival Punto de Vista demostró ayer, durante su segundo día, la gran variedad de temas, contenidos y formas que presentan las películas que compiten en la Sección Oficial. Así, por la pantalla de Carlos III pasaron dos historias sobre el amor verdadero, los tópicos culturales que acostumbran a difundir los medios de comunicación y el deterioro de la memoria. Este último asunto corrió a cargo de un viejo conocido del certamen, Alan Berliner, que en Translating Edwin Honig: a Poet"s Alzheimer realiza un retrato de su primo, amigo y mentor, que en los últimos años ha ido cayendo en los abismos de la enfermedad. Desafortunadamente, el director neoyorquino no pudo visitar Pamplona esta vez.

La encargada de abrir la jornada fue Fathima Nizaruddin, cineasta india formada en Londres, que en el cortometraje Talking Heads (Muslim Women) ofrece una respuesta satírica a la manera en que los medios de masas construyen la identidad de las mujeres musulmanas como víctimas homogéneas. A través de una amistosa voz narrativa, que se presenta como Dios, la película se acerca a la realizadora y a sus esfuerzos por hacer una película documental con una justa dosis de cinismo. Y revela cómo la subjetividad de la directora influye en el trabajo hasta el punto de que la cinta caba siendo tanto una historia sobre ella como sobre el tema que aborda. En rueda de prensa, la joven cineasta comentó que este documental, realizado con una beca de estudios, surgió como reacción a las imágenes que los medios de comunicación como la CNN o Al Jazeera ofrecen de las musulmanas para sustentar sus respectivas líneas editoriales. "Quería ser transparente mostrando mi visión de ellas, haciendo algo más personal", señaló Nizaruddin, para quien era importante reflejar que una identidad, en este caso cultural y religiosa, "es una parte de ti, pero no te define del todo".

Respecto al rodaje, la realizadora comentó que acudió a una mezquita de Londres, donde encontró cierta "desconfianza". "Al principio fueron reacias a dejarme entrar en su círculo", pero, poco a poco, se fue ganando a las protagonistas, tres mujeres musulmanas casadas y con hijos, pero también con carrera universitaria y profesión. "Para mí era importante mostrar que estas mujeres no necesitan ser rescatadas por nadie", explicó ayer la directora, que no ha dudado a la hora de reírse de algunos tópicos, incluso de sus propias dudas.

al desnudo Tras el cortometraje, se exhibió el largo True Love, rodado por el cineasta vasco Ion de Sosa en Berlín, donde ha vivido los últimos años. Allí compartía piso con su novia, Marta, y con otros compañeros, y allí grababa su pequeño universo -la casa, las calles, su lugares de trabajo, etcétera- con sus dos cámaras: una de 16 mm y otra de vídeo. Hasta que Marta se fue y todo cambió. Así es este documental, un "turmix" de imágenes, sensaciones, palabras. "Empecé a rodar cuando ella se fue, primero mi habitación vacía, luego la casa, mi trabajo, los trayectos de ida y vuelta... A los dos años, me di cuenta de que tenía que reconstruir también el amor, de ahí que también decidiera incluir las imágenes de nosotros juntos", indicó de Sosa, para quien lo más importante era "ser sincero" y "mostrar todo lo que me pasaba", incluida una gastroscopia que le hicieron por una úlcera. En este sentido, dijo no haber sentido pudor en absoluto, ni siquiera en los momentos en que se muestra desnudo o en las escenas íntimas con su novia. "El pudor ya lo fui perdiendo con mis cortos anteriores", señaló, y añadió que True Love "no está pensada", surgió a partir del material que grabó él a lo largo de tres años y de otras imágenes que le prestaron otros artistas. Al final, el montaje definitivo se decidió casi por desapego: "Había hecho muchas pruebas y quería terminar cuanto antes para cerrar esa etapa de mi vida; ya estaba bien de sufrir", comentó el realizador.