SUENAN los compases del concierto para violín de Mendelssohn y el maestro titular de la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) permanece alerta sobre el escenario. En esta ocasión, no blande su inseparable batuta ni ocupa su lugar habitual. Quien conduce a los músicos desde el podio es Asier, uno de los cinco futuros directores de orquesta que participan estos días en el Laboratorio de Música ideado por Andrés Orozco-Estrada.
"Busca ese color, ese carácter", exhorta el director colombiano a su pupilo, que trata de no perder de vista los movimientos del joven, talentoso y veloz violinista guipuzcoano Julen Zelaia, que hace las veces de solista. "Mírale, mírale, él te lo marca todo", le recomienda Orozco-Estrada mientras los otros cuatro alumnos siguen la clase maestra desde sus asientos en el auditorio de la sede de la orquesta.
Tienen edades comprendidas entre los 21 y 31 años y proceden de Barcelona, Alicante, Soria, Pamplona y Valladolid. Los cinco -Georgina Sánchez, Marius McGuinnes, Carlos Garcés, Asier Zabalza y Antonio Lajara- cursan o han finalizado estudios superiores de dirección en centros como Musikene, el Real Conservatorio de Madrid y la Escola Superior de Música de Catalunya. Fueron elegidos por el propio Orozco-Estrada de entre una treintena de candidatos que tuvieron noticia de la iniciativa a través de Internet y le enviaron currículos y vídeos. "Elegí a unos porque tenían cierta experiencia y a otros porque les vi con talento", aseguró.
el modo de transmitir la música
Dirigir, una cuestión de ego
Esta experiencia de crear un pequeño vivero de jóvenes batutas comenzó ayer y se prolongará hasta mañana a mediodía con el concierto que albergará la sede de la OSE en el marco de las Matinées de Miramón. Los cinco directores conducirán a medio centenar de músicos de la orquesta con un programa que incluye obras de Mozart, Arriaga, Mendelssohn y Beethoven. Contarán con la ayuda del citado Zelaia y de otro solista, el barítono Damián del Castillo.
Andrés Orozco-Estrada consideró el laboratorio como una inmejorable "oportunidad" para que los jóvenes se acerquen a los entresijos de la dirección. Además, la cita es igualmente enriquecedora para los propios músicos de la orquesta, que pueden comprobar que "no es tan sencillo" dirigir desde el podio. También añadió que en Europa no son nada habituales estas iniciativas que deberían "contagiarse" y extenderse a otras latitudes, al tiempo que reconoció que es "inusual" que un director tan joven cómo él -nació en 1977- imparta la master class. "Generalmente los cursos y talleres los dictan maestros mayores. Yo hago lo que puedo aunque al final todo se reduce a que cada director encuentre su manera de transmitir la música. Yo puedo ayudarles a conseguir las herramientas técnicas", afirmó. A su juicio, el objetivo es dar a los jóvenes la oportunidad de que "se vayan creciendo y convenciendo". "Porque esto de la dirección se basa en la técnica y el conocimiento, pero también en creerte realmente lo que estás haciendo. Es una cuestión de ego, al fin y al cabo", zanjó.
El maestro alabó el trabajo de los directores, que "se han preparado muy bien y han tomado el reto con mucha seriedad". Algunos como Marius o Georgina, la única mujer que participa en el laboratorio, poseen experiencia previa y han tenido la oportunidad de conducir orquestas. Para otros, como Asier o Carlos, es la primera vez. Por eso consideran una "oportunidad única" la posibilidad de trabajar con una formación profesional y un profesor como Orozco-Estrada. "Es algo que no se hace en ningún sitio y hay que aprovecharlo como sea", sostienen.