PAMPLONA. Según ha explicado en la presentación de la colección el exconsejero del Gobierno foral y actual presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán, estas monografías no están alentadas sólo por "el afán de conocer", sino por un impulso ético de divulgar la trayectoria de estos hombres "sobresalientes".

El primero de ellos es Martín de Azpilcueta, un intelectual y clérigo del siglo XVI nacido en Barásoain, que fue canónigo en Roncesvalles, entre otros lugares, y que, según el historiador Rafael Pardo, autor del libro sobre este personaje, fue más famoso en su época que su primo, San Francisco Javier, aunque sobre él ahora "sólo suene" la calle de Pamplona a la que da nombre.

"Promulgó ideas tan actuales como el fin de la tortura en los tribunales civiles y eclesiásticos, la necesidad de un derecho internacional, la de acabar con las guerras como medio diplomático, y dijo que la soberanía radica en el pueblo y no en los monarcas", ha enumerado Pardo.

Otro de los personajes es el rabino estellés del siglo XIV Menahem ben Zerah, cuya biografía ha sido escrita por el teólogo José María Rodríguez, quien ha explicado cómo este navarro llegó a ser maestro de la Torá en Toledo tras la destrucción de la judería de Estella en 1328 y escribió un tratado de preceptos judaicos, "Provisión para el camino", cuya traducción se incluye en el libro.

El tercer estudio corresponde al guerrillero Xabier Mina, quien, según el autor del libro, el politólogo y sociólogo Manuel Ortuño, fue, con tan sólo 19 años, "el primero en montar un 15-M en España", aludiendo al hecho de que, siendo estudiante en la Universidad de Zaragoza en 1808, se puso al frente de sus compañeros para quitar un retrato de Godoy del Aula Magna y cambiarlo por uno de Fernando VII.

"Dirigió el movimiento estudiantil y a los 20 años luchó en el frente de Aragón para liberar a Zaragoza del cerco napoleónico, y más tarde lideró a la juventud en el proceso de movilización de las guerrillas navarras, de tal modo que en ocho meses logró reclutar a 1.200 jóvenes con los que formó prácticamente un ejército", ha explicado Ortuño.

Su poder de convocatoria, que logró que los jóvenes navarros salieran de sus pueblos bajo la expresión de "irse a Mina" para buscar en el monte a sus guerrillas y unirse a ellas, suscitó, según Ortuño, la cólera de Napoleón, que no descansó hasta apresarlo y confinarlos durante cuatro años en una prisión parisina, en la que Mina aprovechó para formarse en diversas disciplinas.

Finalmente, el joven navarro partió a América, para luchar por la independencia de México, de la que se le considera uno de los cinco princiales artífices, y por la libertad de España, con el fin de que, sin los recursos monetarios que llegaban desde el país azteca, la monarquía absoluista de Fernando VII "cayera por su propio peso".

Con estos tres volúmenes, se pretende, según Catalán, "no sólo dar a conocer estudios y datos biográficos, sino también la actividad o pensamento de estos personajes, en cierta manera olvidados o no muy presentes en la actualidad, para que los ciudadanos puedan profundizar en el conocimento de lo que hicieron".

"Nos parecía de justicia que el Gobierno de Navarra hiciera un esfuerzo de sistematización y reflejo del papel que esas personas desarrollaron en aquel momento", ha remarcado la directora general en funciones de Relaciones Institucionales, Lola Eguren.

Por ello, se están preparando otros dos volúmenes para la colección, uno dedicado a Baltasar Martínez Compañón, obispo nacido en Cabredo que ejerció su labor en Perú y Colombia, y otro a Juan José Tafallá Navascués, un botánico corellano autor de una obra sobre la flora de Ecuador.