pamplona. Amaral regresa con 'Hacia lo salvaje'... ¿Éste es un viaje a las entrañas, a los orígenes, a la libertad?

Nosotros siempre decimos que es como mirar hacia lo desconocido y a lo misterioso. Es como una huida buscando un mundo más civilizado, más en consonancia e integrado en la naturaleza... Entendiendo la naturaleza como una especie de símbolo. Hay que tener en cuenta que la canción está escrita por un grupo que es muy urbano.

¿Necesitabais huir de algo?

No es un tema centrado en nosotros ni una canción de las de mirarte el ombligo, se refiere más al mundo moderno en general.

Antes de la edición del álbum se anunciaba un giro más guitarrero de Amaral. Tanto se extendió y agigantó el rumor que, ahora, con el disco en la mano, y aunque es verdad que las guitarras son firmes protagonistas, parece como si el cambio o la evolución se hubiera quedado un poco corto.

No lo sé. Nosotros fuimos componiendo las canciones y tocándolas en sitios muy chiquititos, lo que propició que fueran rulando por Youtube. Nuestra identidad está muy marcada por la voz de Eva, que es muy reconocible, y por una manera de usar las guitarras a través de arpegios y melodías. Lo único que hemos hecho es subir de plano todo esto, aunque sí es cierto que en este disco no hay ni teclados ni otros instrumentos de cuerda al margen de las guitarras... Guitarras que, según la ocasión, son eléctricas, suaves, duras, acústicas o de doce cuerdas. Es un disco hecho con guitarras, que tiene momentos duros pero apuntados por la intención rítmica y por los textos. Esto no quiere decir que en el futuro no vayamos a ir por donde nos pida el cuerpo, solo que en esta ocasión las canciones nos pedían este tratamiento.

Precisamente, respecto a la evolución en el tratamiento de los temas, últimamente se te ha visto en algún concierto haciéndote cargo de los teclados, ¿será este uno de los nuevos caminos musicales de Juan Aguirre?

Son algunos arreglillos muy concretos que hago con sonidos de teclados, pero el peso de los conciertos sigue marcados por la guitarra de Jaime y la mía, y la de Eva, que también toca. Por otra parte, sí es cierto que estoy aprendiendo a tocar el piano, que es algo que mola, pero no puedo decir nada más, por que tanto Eva como yo no somos de planificar nada, tiramos por donde nos sale.

Resulta curioso que hayáis incluido un tema titulado Cuando suba la marea

Las listas son solo números. Y me gustaría aprovechar esta pregunta para decir que las listas de ventas les importan más a las compañías de discos que a las propias bandas. Nunca hemos tocado con Marea pero vienen del mismo sitio que nosotros, de recorrerse el país en furgoneta, de tocar en un montón de salas pequeñas y de hacer los mejores conciertos que puedan. Yo no entiendo la música como una competitividad, y creo que ningún grupo entiende la música como una competición. Además, ya tenemos suficientes cosas de este tipo en la vida y en este mundo que nos ha tocado vivir como para trasladar estos esquemas a lo que más queremos, que es la música. Da lo mismo quién sea el número uno, el número dos o el número cinco, lo que importa es hacer lo que sientes, sea flamenco, rock, heavy metal o folk, para que sea lo más verdadero posible, no hay mucho más misterio.

Tras escuchar, y leer, alguna de las frases de las canciones que integran Hacia lo salvaje

Sí, hay muchos discos en nuestra historia que nos han servido y nos han acompañado en los momentos chungos... Como esos otros discos que no entiendes, porque están cantados en un inglés cerrado, pero la música te llega directamente a la cabeza y te pone bien. Al margen de que Eva y yo entendamos que un concierto es para que haya energía y la gente disfrute, también hay una parte de terapia.

Quizá por la nueva banda que ahora os acompaña (en la que figuran varios integrantes de Sexy Sadie) o por vuestra participación en algunos festivales de verano, parece como si Amaral hubiera tomado cierto aire indie.

Es algo que no entiendo muy bien de dónde ha salido, primero, porque en festivales hemos tocado siempre, con el sol y a primera hora de la tarde. Y, segundo, porque siempre que hemos montado la banda lo hemos hecho con amigos y con gente con la que ya habíamos tocado antes. Y, por último, las etiquetas están bien pero pasamos un poco de ellas; no queremos ser nada diferente a lo que somos, dos personas de Zaragoza que no intentan hacer nada que no sientan dentro.

Algunas de la canciones que figuran en el álbum las probasteis en directo antes de grabarlas, incluso también habéis tocado otras que no figuran en el álbum. ¿Qué cambios ha propiciado el paso por el público de los temas antes de grabarlos?

Sobre todo nos ha ayudado con algunas canciones que nos gustaban pero que no encontrábamos la llave para entrar en ellas, era como si estuvieran ahí, esperando que se nos ocurriera el ritmo o el tratamiento adecuado.

¿Por que habéis decidido presentar el álbum en recintos como el auditorio Baluarte, que se os ha quedado pequeño, y que además obliga al público a permanecer sentado?

Tengo que pedir perdón por el hecho de que la gente tenga que estar sentada, ya que muchos fans nos han dicho que les gustaría estar de pie, botando y saltando. En el caso de Baluarte, que ya estuvimos en la gira pasada, buscábamos un sitio que tuviera cercanía y en el que pudiéramos presentar el disco íntegro; es decir, las 12 canciones nuevas y otras 18 o 20 de los anteriores. Si luego tenemos que volver a tocar en un pabellón, lo haremos; de hecho, estuvimos barajando hacer una fecha más en Baluarte, al agotarse las entradas, pero ha sido imposible por calendario.