pamplona. Ha asistido, a veces en primera persona y otras como testigo accidental, a conversaciones en las que alguien decía 'yo tengo un Lazkoz', ante lo cual, no podía evitar una media sonrisa entre orgullosa y pudorosa. Por eso, para ironizar y empezar por reírse de sí mismo, Iñaki Lazkoz ha bautizado así, Yo tengo un Lazkoz, a su nuevo proyecto, una colección de tazas de porcelana con sus motivos más emblemáticos: animales, coches, arquitectura y objetos.

El artista pamplonés ha presentado su propuesta coincidiendo con la apertura de su nueva exposición en la galería Ormolú de Pamplona, donde hasta el próximo 31 de enero mostrará una serie de pinturas en torno a sus estancias en Inglaterra. "En el 95 estuve en estudiando con una beca en la Escuela de Arte de Winchester y la arquitectura de allí me dejó muy marcado", dice el pintor. Tanto es así, que la primera casa que pintó en el formato que tanto le caracteriza, con un solo elemento en el centro, ajustado abajo y con un fondo vacío y neutro, fue una de las construcciones de aquella ciudad. Así que, de algún modo, esta exposición es un retorno al origen, "una especie de homenaje a los comienzos", en el que recopila las casas, vehículos y otros elementos que ha ido captando en sus distintos viajes al Reino Unido.

Pero la exposición va más allá, ya que también incorpora unas cuantas novedades que plasman la evolución del artista. Una de ellas la ejemplifica a la perfección el cuadro con el que el visitante se encuentra al iniciar su recorrido. "Es el antiLazkoz, lo sé", afirma. "Necesitaba hacer algo diferente, así que pinté un cuadro lleno, un fragmento de una casa, sin fondo libre", añade, consciente de la necesidad de experimentar inherente a cualquier creador, "aunque en el proceso haya cosas que sirven y otras que no". Asimismo, el artista exhibe por primera vez formatos pequeños, "pensando en los tiempos que corren, pero también en los coleccionistas que no tienen ya espacio en sus casas". Y algunas obras sorprenden también porque desplazan los edificios del centro a la esquina. Además, Lazkoz presenta un par de dibujos, una disciplina que le gusta mucho y "me relaja", en parte porque se puede llevar el cuaderno a cualquier parte y no tiene que permanecer tantas horas en el estudio.

'obertura' Precisamente, la idea de las tazas surgió por la "necesidad de aire fresco". "También porque en tiempos difíciles como estos hay que reiventarse, pero sobre todo porque estaba harto de estar tantas horas delante del caballete", y por el intento de alcanzar "algo de más de estabilidad" económica y laboral, ya que el pintor navarro se reconoce "lento", detallista y perfeccionista, de ahí que sólo realice una exposición al año.

De otro lado, Lazkoz llevaba tiempo buscando una segunda línea de trabajo, "para enseñar algo no tan visto", y le gustó el soporte de la porcelana. Después seleccionó ocho de los motivos pictóricos más reconocibles de su obra, dos por temática, y se lanzó a producir su primera colección, titulada Obertura. De momento, ha lanzado 250 juegos que se pueden adquirir en Ormolú y a través de internet. Y el reclamo parece haber surtido efecto, porque en la galería pamplonesa no dan abasto estos días entre tanto encargo. Así seguro que el artista cumple con otro de sus propósitos: "acercar mi obra a la gente, a los usos cotidianos, y que llegue a todos los públicos".